Capitulo 7

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Los días hasta ahora van pasando muy bien, me alegra poder tener una buena relación con Eduardo osea de apoco ir construyendo una amistad.

No me he ido aún de su casa, por que siento que ya soy parte. Y irme a un lugar sola, no es lo que quiero justo ahora.

—Anda Teffy levantate— me tiro de un brazo, para sacarme de su cama.

La cual según el dijo que iba a ordenar, pero yo estaba muy cómoda.

—Dame cinco minutos, estoy en proceso de descanso— dije antes de reírme, por el comentario que había tirado.

—Si no sales ahora, me la haces tu— que me dijieron a mi, me levante inmediatamente para sentarme en la silla que había en el escritorio.

—De eso nada— me cruze de brazos.

—Pareces una niña pequeña— sonrio, y esta ves comenzó a hacer su cama.

Aclaración no dormi con el, pero si me vine temprano a molestar ya que estaba aburrida en mi habitación.

—Salgamos— me propuso, y sabia que quería hacerlo. Pero recordé que el había quedado en hacer otras cosas con su hermano, y no me quería interponer ahí.

—¿Y Camilo?.

—Ou verdad, ¿mañana?.

—Si mañana si o si— salí de su habitación, yendo a la que actualmente era mía.

Donde me cambie de ropa, por que me quería ir al mall a comprarme algunas cosas.

En el auto hasta el lugar me fui escuchando la música flaite que me puso Eduardo en mi playlist.

Había entrado en una tienda de zapatillas, y sabía que tenía que darme muchos gustos el día de hoy.

—Hola tiene estas en 39— pregunte, por las blancas que tenía en la mano.

—Dejeme ver— se fue, dejándome ver mientras otras opciones.

Al rato de unos minutos venía con mi par de zapatillas que me llevaría.

Al menos tenía algo por ahora, y debía ir por lo demás que compraría.

Ya teniendo todo me fui hasta mi auto, había pasado por una malteada de frutilla más unas donas las cuales nos servirían para tomar once.

—¿Antonella?— me fijé, cuando había hecho partir el auto saliendo del estacionamiento.

Lo dejé donde estaba bajandome rápidamente y acercandome a ella, quien se veía media desorientada.

—Cielo ¿qué haces acá?— la abraze, y luego me gané a su lado.

—Estaba con mi mamá, y su amigo comiendo pero ella se fue al baño. Y pensé que se había olvidado de mí, por que no volvió en un buen rato.

—¿Osea te dejo ahí?.

—Si, su acompañante tampoco estaba y yo estaba sentada sola así que solo salí del lugar.

—Por la mierda— maldije en voz baja— deja llamo a tu papá.

Eduardo estaba super molesto cuando le conté lo sucedido, quedamos en que nos encontraríamos en la casa.

—El hombre que estaba con ustedes por casualidad es este— le mostré mi celular, una foto de Tomas.

Y ella comenzó a mover la cabeza en señal de si, era lo que pensaba.

Ella se fue todo el camino media apagada, de ves en cuando caía una lágrima por su mejilla. Como Daniela podría haberla olvidado en el restaurante, que tipo de madre es hueon.

No me dejes || Eduardo VargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora