Capitulo 18

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Noche buena

Habiamos planeado pasar el día en familia, queríamos que todo fuera bastante bonito.

—¿Tus padres ya vienen?— pregunto la Tía Pamela, cuando estábamos terminando de ordenar la mesa por el desorden del almuerzo.

—Según ellos venían en camino, pero igual es un pique bien grande— mire mi celular por si tenía algún mensaje— yo creo que llegan en un rato.

Eduardo me llevo hasta mi casa para que pudiera arreglar de una ves las cosas con mi mamá, termino saliendo todo bien.

Por aquella razón ellos también pasarán este día con nosotros.

—Estef puedes ayudarme con esto por favor— Bai había quedado en colocarse un vestido azul que le quedaba acorde a su edad.

Aún es una niña por eso ella escogió el vestido acorde a lo que que gustaba.

—¿Que paso?— le pregunte cuando habiamos llegado a su habitación.

—El cierre esta medio malo— me mostró y costaba subirlo y bajarlo.

"Cuando pase esto ponle vela al cierre", recordé que una ves una señora cuando era más chica me había dicho eso.

—Vengo altiro— le dije, fui en busca de una vela.

Y cuando ya la tenía volví a subir con ella.

—Ahí esta listo— se subía más rápido y no se trababa.

Nos íbamos a cambiar de ropa como las 20:30pm ya que igual era bastante temprano, y debíamos hacer cosas.

Cuando llegaron mis padres se colocaron a conversar con los de Eduardo, ellos siempre habían mantenido una buena relación. Por esa razón me molestaba la actitud de mi mama, si ellos como nosotros antes de todo éramos amigos.

—Bai te puedes ir a cambiar de ropa no mas— le dijo su madre, y ella dejó el celular en la mesita de la sala y se fue.

Eduardo con Camilo aún no volvían de donde fuera que hayan ido, y me estaba comenzando a preocupar.

—No entiendo por que debían salir ahora— hablo Catherine— lo que sea podía esperar.

Tenia razón aparte teníamos todo en la casa no faltaba nada, los regalos ya están listos bajo el árbol como no había ningún niño pequeño los habíamos dejado esta mañana.

—Llamare a Camilo— le marque, y el teléfono solo sonaba pero nadie respondía.

Faltaban veinte minutos para comenzar la cena, ya estábamos todos listos para el momento y ellos nada.

—Saldre a buscarlos— dije tomando las llaves de mi Jeep.

—Estefania no, ellos van a llegar pronto.

No podía quedarme esperando más sin que ellos dieran señales de vida.

—Ahí llegaron— mi papá estaba afuera, y escucho el auto estacionarse.

Me molestaba el hecho de que se fuera así, osea salieron sin decir nada.

—Por fin llegaron— hablo Catherine, y yo solo me aleje de ellos.

Me acerqué a mi mamá quien estaba terminando de hacer las últimas cosas para poner en la mesa.

—Les ayudo— hable, y lleve lo más importante primero.

Las bebidas las coloco la pequeña, y luego coloqué los vasos y copas que fueran necesarias.

—¿Y tu?— Eduardo se me acercó, y dejó un beso en mi mejilla.

No me dejes || Eduardo VargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora