No me dejes || Eduardo Vargas

Capitulo 22

Se había adelantado un día el proceso de parto de Catherine, lo bueno es que no había sido el 1 ya que todos estaban demasiado borrachos para lograr llegar acá.

Esa misma noche del año nuevo le comentamos junto a Eduardo que mi departamento iba a ser suyo, y el tema de traslado de las cosas comenzaba a hacerse el 2 así que ellos ya tienen todo lo del bebé en esa casa.

—¿Cuanto más va a pasar para tener noticias?— Eduardo estaba más afligido que Camilo, que hace un rato había salido a tomar aire.

—Hueon me estresas— Camilo se levanto de la silla, y entro por el pasillo.

Si iba a ser así de paranoico cuando estuviera en trabajo de parto, mejor le daban un calmante o lo mandaban para la casa.

—Eduardo mi amor, es un proceso largo— tome su mano, cuando se sentó a mi lado.

—Si mi niño, pronto vamos a tener novedades.

Pasaron al menos tres horas hasta que un Camilo salió del pabellón con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Ya?— pregunte, sin evitar colocarme a llorar.

Malditas hormonas.

—Nació Emilia Vargas— logró decir, antes de recibir el abrazo de sus padres primero.

Quien hubiese pensado que el Vargas de en medio sería padre primero.

—Estoy muy feliz por ti— lo abraze al último, por que estaba llorando bien feo.

—Gracias por todo— me separo de el, antes de dejar un beso en mi frente.

Nos comentó algunas cosas antes de que pudiéramos entrar, la habitación estaba separada por un vidrio inmenso.

Así que solo podíamos ver como el bebé estaba en una de las "cunas" esperando a que Catherine estuviera para tenerlo.

Era una bebé muy chiquita no pude no acordarme de Bai cuando la vi.

No nos quedamos mucho rato, ya que igual yo me debía cuidar el doble. Y el tema de los hospitales aveces son bien cuaticos.

—¿Se van a su depto?— pregunto Bai, y con Eduardo nos miramos.

—Si, tenemos cosas que hacer hermanita— Eduardo la abrazo por los hombros.

—Mañana voy a buscarte para que hagamos algo entretenido.

Ella aceptó yéndose con sus padres en mi jeep por que fue en el que habiamos venido cuando nos avisaron, pero Eduardo llego más tarde con su auto en el que nos iremos a casa.

Nosotros debíamos ver algunos temas de la boda, como el lugar, la comida y el cura que nos iba a casar.

—La boda pienso que a las seis de la tarde estaría bien— comento dejando el notebook encima de mesa.

—Mientras más tarde mejor supongo.

Siempre había escuchado decir que si lo hacían mas tarde, menos era la comida que debían servir.

—¿Donde va a ser?— no tenía ni pvta idea de Iglesias dentro de Santiago.

Había pensado hacer una boda en la playa, pero pensándolo bien prefiero mil veces en un lugar cerrado.

—Mi mama se encargará de encontrar una iglesia bonita, y nos mostrará fotos.

Ella también se había empeñado un monton en que las cosas salieran bien.

Nos faltaría solo concretar la fecha, y el que mañana vaya en busca del vestido.

Lo bueno que tendré aprox como 14/15 semanas para cuando me casé, y no tendré un vientre abultado.