Josephine
"—¿Con quién hablas?—le pregunté a Hero al ver que sonreía frente a la pantalla. Él apagó su teléfono y me miró.
—Con nadie.—sonrió para luego besarme.—Ahora regreso.—dejó su teléfono en la banca y se dirigió hasta los servicios higiénicos. De pronto, la pantalla se iluminó, miré hacia todos lados asegurándome que nadie me observará y tomé el teléfono entre mis manos. Mi corazón se detuvo.
S<3
Muero por conocerte.Dejé el teléfono en el mismo lugar y miré hacia el frente. No podía sacar conclusiones así como así, debe ser algún familiar suyo de Londres y por eso se hablan así. Sí, debe ser eso.
Hero regresó del baño y luego nos encaminamos hacia la salida para que me llevara a casa. Una vez en ella, nos dimos nuestro beso de despedida, pero antes de que se fuera hablé.
—¿Me amas?—pregunté dudosa, Hero frunció el ceño.
—Por supuesto.—respondió sin titubear, una sonrisa apareció en mi rostro.—Te amo.—tomó mi rostro entre sus manos y me dio un último beso."
Era ella. Era Sabrina con quién hablaba ese día de nuestro aniversario, quizás no conocía del todo a Hero, quizás me fue infiel desde que empezamos a andar. Tonta. Mil veces tonta.
—Josephine, ya debes superarlo. Hace un mes que llegaron los dos y sólo le haz hablado una vez. Es hora de pasar página.—aconsejó Driki. Solté un largo suspiro.
—Estaba recordando algo.—respondí y empecé a contarles todo.
Ellos negaron.
—Es un cabron.—insultó Dixton, seguimos charlando sobre cualquier cosa para que se me saliera de la mente aquel chico de ojos verdes, pero es como si el mundo estuviera en mi contra porque mi mirada se dirigió a aquella pareja que entraba a la cafetería.
—Mierda.—susurramos al unísono, lo único que atiné hacer fue acercarme a Driki más de lo normal, él me miró extraño.—Sigueme la corriente.—como tenía falda, coloqué la mano de Driki en mi pierna y enrede mis manos en su cabello tal y como solía hacerlo con Hero.
—¿Qué rayos haces?—preguntó Driki muy cerca mío.
Rodé los ojos.
—¿No es obvio?—pregunté. Él bajó su mirada a mis labios por unos segundos y luego subió la mirada hasta mis ojos.
—¿Estás intentando sacarle celos a Hero?—preguntó de vuelta.
—Chin, chin, chin.... Tenemos un ganador.—imite el sonido de una campana. Dixton se rio tan fuerte, que captó la mirada de todos, mi mirada se chocó con la de Hero quién frunció el ceño.
—¡Josephine!—exclamó Sabrina acercándose a nosotros, me aleje de Driki por unos segundos y le di mi mejor sonrisa.
—¡Sabrina!—le respondí.—Oh, y Hero, no los vi llegar.
Hero miró a Driki y luego a Dixton.
—Oh, te presento. Ellos son Driki y Dixton, son gemelos por si no lo habían notado.—sonreí ampliamente, antes de que Hero se fuera no había nadie más conmigo, solo éramos nosotros dos contra el mundo, pero cuando se fue conocí a estos dos locos hermanos gemelos que colocaron mi vida de cabeza y me trajeron algo de felicidad cuando el británico se fue de aquí.
—Pueden sentarse.—sugirió Dixton, lo fulmine con la mirada y él me regaló una sonrisa divertida. Ellos se sentaron justo frente a nosotros, yo estaba en medio de ambos hermanos y una loca idea pasó por mi cabeza. Me acomodé en mi asiento y mi pierna chocó contra la de Hero llamando su atención, no desvíe la mirada por unos segundos y mi pierna empezó ha acariciar la suya provocando que se sobresaltara.
—¿Ocurre algo?—le preguntó Sabrina, pero Hero negó y le dio un beso provocando que detuviera mis movimientos.—¿Como están?—preguntó. Empezamos a charlar y mi pecho empezó a doler cuando miraba como Hero miraba a Sabrina, la miraba con amor, tal y como solía hacerlo conmigo. Aclaré mi garganta y me levanté de la mesa captando la atención de todos los presentes.
—Iré al baño.—no espere a que nadie me respondiera y salí corriendo de allí. Me metí en un cubículo y sentí lágrimas caer por mis mejillas, mi pecho dolía como los mil demonios y sentía que me daría un ataque de ansiedad en cualquier momento.
—¿Josephine?—oí la voz de Sabrina, limpié mis lágrimas lo más rápido posible y tiré de la palanca. Salí del cubículo encontrándome con una Sabrina algo preocupada.
—¿Si?—pregunté, abrí el caño y lave mis manos.
—Sé que tuviste algo con Hero.—soltó sin más, me quedé quieta.—Y lo sé porque cuando Hero llegó a Londres me habló sobre ti.
Aquella revelación hizo que me empezara a doler el pecho de nuevo.
—¿Lo sabías? ¿Sabías que estaba conmigo cuando hablaba contigo? ¿Sabías qué estaba en una relación cuando lo conociste?—le pregunté, ella negó.
—No lo supe hasta que lo conocí en persona, él y yo nos conocimos en un juego, empezamos hablar más de lo normal y... Y hubo un momento en que me di cuenta que me estaba enamorando, pero no sabía que tenía novia en ese entonces, no hasta que lo conocí personalmente.—sin importarme que me viera llorar, lo hice.
—Toda nuestra relación fue un chiste para él, siempre creía que hacía algo mal y por eso me empezó a tratar con indiferencia, pero yo no había hecho nada malo, él sí.—hablé afectada, mis manos temblaban y Sabrina pareció darse cuenta.
—¿Josephine? ¿Estás bien?—mi vista empezó a fallar y sentía mis oídos zumbar, dejé de escuchar a Sabrina.
—¡Ayuda!—oí que grito a lo lejos. Alguien tomó mi rostro entre sus manos y me obligó a mirarlo. Aquellos ojos verdes de los cuáles aún seguía enamorada, me miraban ahora con preocupación.
—¡Josephine! Respira, por favor. No entres en pánico.—suplicó, pero nada de lo que pudiera decirme me calmaba, es por eso que Driki lo hizo a un lado y ocupó su lugar. Pegó su frente a la mía y empezó a cantar.
—Lost and insecure
You found me, you found me
Lyin' on the floor
Surrounded, surrounded
Why'd you have to wait?
Where were you? Where were you?
Just a little late
You found me, you found me.—finalizó y mi respiración volvió a su ritmo normal, lo abracé del cuello y hundí mi rostro en el. Dixton también se unió al abrazo y cuando me calme, nos separamos.—Vámonos.—dijo Dixton, asentí. Antes de salir del baño, giré hacia Hero quién seguía en estado de shock por lo que pasó.
—Hero.—le llamé, él salió del trance y me miró.
—¿Si?
—Quizás no fuiste infiel, pero no dejas de ser un traidor.—no esperé a que respondiera y salí de allí con el corazón roto.