Viaje

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Teníamos todo preparado para iniciar nuestro viaje. Miroku y Sango habían dejado a las gemelas y a Shako a cargo de la anciana Kaede y Rin mientras ellos estaban ausentes, se les notaba la tristeza de tener que dejar a sus hijos, de todas maneras era la primera vez que se separaban por tanto tiempo. Hacía ya un tiempo que no veía a Sango con su Hiraikotsu, aunque se haya retirado de ser una exterminadora para hacerse cargo de su papel como madre, se le notaba muy contenta de volver a su antiguo oficio. El viaje se nos estaba haciendo mas lento yendo a paso humano, ya que no contábamos con la ayuda de Kirara esta vez. Esta se encontraba con el hermano pequeño de Sango, Kohaku, el cual se había convertido en un gran exterminador de demonios. Todo había cambiado muchísimo en estos tres años que estuve ausente, todos habiamos sido liberados de las desgracias de la perla y Naraku, por lo que cada uno de nosotros llevaba una vida corriente.

Habían pasado tres horas de viaje cuando decidimos tomar un descanso para comer. Nos detuvimos en un lindo claro que divisamos en el camino.

- A este paso llegaremos en tres días - Exclamó Koga con un aire quejoso en su voz.

- Disculpanos joven Koga pero no contamos con la ayuda de Kirara, por lo que andar a pie es nuestra única opción - Miroku explicaba la situación para tratar de calmar la impaciencia de Koga.- El armamento que carga Sango incluyendo el Hiraikotsu, son muy pesados.

- Me parece que no deberías forzar a Ayame tampoco Koga - Me había arrepentido en el momento en que cerré mi boca por el reciente comentario, ademas que ya podía sentir la mirada fulminante de Ayame en mi cuello.

- A que te refieres? Ayame es inclusive mas veloz que tu perrucho Aome - Koga no se habia percatado de mis palabras, por lo que Ayame y yo sentimos un completo alivio.

- Mucho cuidado con esa boquita sarnoso, no quiero tener que matarte ahora y cargar con tu cadaver el resto del viaje.

Ya estos dos comenzaban con su habitual pelea, aunque la pararon de inmediato cuando detectaron el olor a comida procediente de mi mochila. Estabamos teniendo una comida muy tranquila y placentera. Sango y Miroku preguntandose de como se las estaria arreglando la anciana Kaede con las gemelas, ya que siendo sincera estar a cargo de esas dos no era una tarea para nada facil. Ayame seguía pensativa, se la había pasado de ese modo casi en todo el transcurso que habíamos tomado hasta ahora, me estaba preocupando mucho por ella, puesto que yo era la única que sabía el estado de su condición y nos estabamos dirigiendo a una batalla en la que ella no iba a ser capaz de pelear. Inuyasha y Koga, por otro lado, no se enteraban de nada mientras tuviesen comida en frente de sus narices.

- Es que no piensas dejar nada para los demás Inuyasha? - Ya era hora de pararlo, se estaba devorando todo.

- No molestes Aome, ademas porque no le dices nada al lobo? El esta comiendo mucho mas que yo, no me ha dejado ni probar las bolas de arroz - Inuyasha ya iba en camino a asaltar la comida de Koga.

- Si yo fuera tu no me atreveria bestia, a menos de que quieras perder unos cuantos dedos.

Ya empezaban estos dos..

Estábamos Sango y yo disfrutando de nuestra charla y una exquisita sopa cuando se escucharon los gritos de amenaza por parte de Koga.

- Te lo adverti bestia!! Devuelveme lo que me has robado.

- Que demonios estas hablando lobo? Parece que la rabia ya comenzo a subirte al cerebro.

- Inuyasha devuelvele a Koga su comida! Que grosero - Parecian un par de niños.

- Que te sucede Aome! Si yo no le quite nada, seguramente ese lobo se la comio y me esta culpando para tener la mia.

Entre la discucion escuchamos un grito, claramente provocado por Ayame.

Amor a traves del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora