Amor a traves del tiempo

Descendencia

Todos nos quedamos inmovilizados al escuchar al demonio pronunciar el nombre de Inuyasha. Es que acaso sabia que vendríamos? Había sido todo una trampa? Por la confusión pintada en el rostro de Inuyasha supe que el no le conocía y que estaba igual de desorientado que el resto de nosotros.

- Debo admitir que estoy un poco desilusionado, esperaba que fuera tu hermano el que se apareciera primero. Supongo que dejaré lo mejor para el final en este caso.

Así que no solo era a Inuyasha, esta criatura también era conocedor de Sesshomaru.

- Que dices!? - Inuyasha no cambiaba su expresión de sorpresa - Ja! No recuerdo hacer amistades con escoria como tu.

- Tu probablemente no me recuerdes pero apuesto que tu padre nunca se atrevió a olvidarme. Dime, como le va en el infierno?

- Cállate asqueroso insecto, no te atrevas a hablar de mi padre.

- Tu padre fue una deshonra, como dejó que una simple humana le robara el corazón. - El monstruo soltó una carcajada - Aún recuerdo aquel día, el día que tu padre me selló en este monte y gracias a mi hermano Daiyokai Ryuukotsusei, mejor conocido como el espíritu dragón, la herida que le provocó en el corazón fue lo que lo guió a su lecho de muerte.

- Que quieres decir? - Preguntó Inuyasha.

- Mi nombre es Daiyokai Ruukosetsu, tu padre y yo nos enfrentamos hace mas de 200 años, aquí en esta misma región.

- Amo Inuyasha!

Todos volteados en dirección a Inuyasha, mientras este se propiciaba una pequeña bofetada en la parte izquierda de su cuello.

- Es el viejo Myoga! - Exclamó Shippo.

- Myoga, me sorprende que estés aquí viejo cobarde.

- Amo Inuyasha que alegría verlo! - El anciano Myoga saltaba de un lado a otro en la palma izquierda de Inuyasha - Ruukosetsu que te ha traído de vuelta a la vida?

- Pulga, nos volvemos a encontrar. Puedo notar que le eres fiel a los perros, al seguir al servicio del hijo de tu antiguo amo.

- Le di mi palabra al amo Inu no taisho que cuidaría del amo Inuyasha con mi vida, dragón irrespetuoso.

El anciano Myoga pareció haberse ofendido ante las palabras de Ruukosetsu.

- Y aun así siempre huye.. - Comentó Shippo por lo bajo.

- Ja! No me interesa lo que haya pasado entre mi padre y tu, pero terminare su trabajo y te aniquilare! - Inuyasha salto en el aire antes de que pudiésemos reaccionar - VIENTO CORTANTE!

El viento cortante pasó por encima de la piel de aquel monstruo sin causarle ni un solo rasguño. Las carcajadas de satisfacción por parte del mismo resonaron en todo el lugar.

- Hanyo insolente, debimos haberte asesinado cuando tuvimos la oportunidad

- Que dices!?

- Amo Inuyasha no le haga caso! - El anciano Myoga intento llamar la atención de Inuyasha.

- Ya te lo he dicho, tu padre fue la deshonra para los demonios y tu la escoria que nació de esa traición - El demonio Ruukosetsu escupía las palabras con rencor hacia Inuyasha. - No volvere a cometer el error de hace 200 años y vengare la muerte de mi querido hermano Ryuukotsusei!

Las paredes de la cueva comenzaron a agitarse de nuevo, provocando pequeños derrumbes alrededor. Una cantidad considerable de demonios comenzaron a salir de los alrededores con la intención de atacarnos. La cueva daba la impresión de ser una especie de nido gigante.