Fairy Tail ~ |Seroroki|

Capítulo 4: ¿Somos amigos?

Sero llevaba diez minutos buscando el claro donde había acordado reunirse con Todoroki, pero después de muchas vueltas aceptó que estaba perdido.

Recordaba haber pasado junto a unos hongos pequeños y cafés antes de llegar, así que cuando los encontró intentó recrear sus pasos pero fue inútil. No tenía idea de donde estaba, los árboles le impedían ver el cielo para ubicarse y no encontraba ningún rastro en el suelo.

Suspiró frustrado mientras caminaba mirando hacia atrás, pero cuando se volteó se llevó una agradable sorpresa.

Todoroki estaba ahí, sentado en una rama y mirándolo fijamente con un brillo de diversión en sus ojos. Se veía igual que ayer, con su sweater delgado y su particular pileo de hongo.

-¿Perdido?- preguntó.

-Puede ser- respondió sonriendo- ¿Cómo me encontraste?

-Conozco bien este bosque- respondió mientras saltaba al suelo y caminaba hacia él con una pequeña sonrisa- Sé lo similares que lucen algunas partes y que lo más probable es que te hayas guiado por algún punto de referencia.

-Un grupito de hongos marrones.

-Hay como treinta de esos.

-Es increíble- opinó el hada.

Shoto apartó la mirada con una sonrisa.

-Vamos al claro- se dio la vuelta y empezó a caminar.

Sero siguió al más bajo en silencio y en menos de cinco minutos ya estaban de nuevo en el lugar de su primer encuentro. Ve que la bolsa de Todoroki está ahí, apoyada contra el tronco caído donde el hongo se sienta.

Se quedan en un silencio incómodo durante unos segundos hasta que el azabache carraspea

-Entonces... ¿Todos en tu familia son hongos cómo tu?- preguntó.

-No, solo mi madre- su expresión se suaviza un poco, como si el recuerdo de la mujer le diera paz. Empieza a hurgar en su bolsa hasta sacar un taco muy grueso de papeles atados con un hilo y mientras los va pasando continua- Ella era un precioso hongo blanco y elegante, como este.

Le enseña a Sero un dibujo de un hongo. Es alto y con un tallo delgado que sostiene un sombrero que parece delicado. Para ser una planta, sin dudas es muy bella.

-Debe ser muy hermosa- lo decía de corazón.

-Si, lo era- dijo mirando el dibujo.

-¿Era...? ¡L-Lo siento!- se disculpó atropelladamente, pensando que solo estaba trayéndole recuerdos dolorosos al heterocromático.

-No está muerta- explicó con calma- Pero no sé donde está, se fue de casa hace mucho.

-Ohh, ya veo.

El silencio incómodo volvió a aparecer.

-¿Y tu? ¿Tu familia vive en Yueei?- el hada rio.

-Para nada. Si siguen donde los dejé están en Kazoku, pero no he hablado con ninguno en años.

-¿Por que?- los ojos de Shoto irradiaban inocencia.

-Bueno, me fui de ahí cuando tenía catorce y cuando viajas por todas partes es difícil mantener la comunicación- hizo una mueca al pensar en eso- Tal vez debería darme una vuelta para verlos.

-La familia es complicada- las palabras del bicolor lo trajeron de vuelta a la realidad y se volteó para verle. 

-Si, ya lo creo. Sobre todo si es grande.