Capítulo VII

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Se sentó a los pies de cama y esperó a que él llegara con la cubitera. No tardó mucho. Él cerró la puerta poniendo el seguro y ella suspiró algo nerviosa. No era la primera vez que lo hacía, ni mucho menos, pero sí con él.

–Aquí tiene, señorita–.

La mirada que cruzaron fue más que furtiva. Era depredadora, ansiosa y bastante sexy. 

Lucas se quitó la camisa y la tiró sobre la cama. Se sentó a su lado, Yuri metió la mano en el recipiente lleno de hielos y sacó uno.

–Primero se chupa– dijo provocándole, a la vez que saca su lengua y lamía la superficie fría –es bueno ya que con éste calor...– sonrió –después suelo pasarlo por aquí... –lo deslizó entre sus pechos y una gota quedó atrasada, ésta comenzó a descender por su escote.

– ¿A cuánta temperatura más o menos...?–.

–Mucha– contestó mirándolo a los ojos –pero suele subir–.

Lucas limpió la gota que caía con su dedo índice. Ella se apartó el pelo y se pasó el hielo por el cuello.

–Es refrescante a la vez que erótico... ¿verdad? –.

–Sí– contestó automáticamente y excitado por lo que estaba viendo –muy erótico–.

–Te eriza la piel y... se siente bien ¿Quieres probar? –.

–Hazlo tú–.

La risa de Yuri inundó la calurosa habitación. Ésta lo tumbó y se echó el palo a un lado para que no le molestara. Depositó el hielo sobre su abdomen y sus músculos se encogieron.

–Está muy frío– susurró Yuri –pero no tardará en derretirse–.

Se inclinó sobre él y con su lengua empujó el pedazo de hielo por la superficie de su barriga y torso. Después lambió las gotas que iban quedándose por el camino.

–Hay zonas más sensibles pero de mayor placer–.

– ¿Lo has hecho otras veces? –.

– ¿Jugar con hielo? – él asintió sin poder hablar –sí. Una vez más, pero no contigo– soltó una pequeña risita.

–Supongo que fue con Ten, ¿verdad? –.

–Eso no importa ahora–.

Con la ayuda de su mano llevó el cubito hasta el tatuaje del chico. Ahí se detuvo y lo miró a la cara.

–Me parece muy sexy tu tatuaje. ¿Qué pone? –.

–Preciosa, en chino–.

Ella sonrió.

–Ahora, en serio– dijo sintiéndose alagada.

–Es el nombre de mi abuelo, murió hace un par de años–.

–Es muy bonito– besó el tatuaje –igual que tú...–.

–Nunca me habían dicho que soy bonito. O algo así. Siempre suelen decirme "estás muy bueno"–

Lucas la miró sonriente y entusiasmado. Tal vez tendría que haber llegado a esa situación mucho antes.

–Es que lo estás–.

Smooth Talk | WayV LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora