Capítulo XV

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–Eres sexy hasta a oscuras– confesó ella, mostrando así, la atracción que sentía hacia él.

Quedando cada vez un poco más expuesta –y no me enamoré–.

–Dímelo dentro de unos meses–.

– ¡Lucas! Es verdad, parece que quieres que me enamore de ti– él se encogió de hombros. Apenas la veía con claridad, pero podía diferenciar sus rasgos – ¡contesta! –.

–Sólo quiero compartir mi vida con alguien. Y no he encontrado nadie, aún. Todo el mundo quiere enamorarse, ¿no crees? – explicó.

–Sí– corroboró Yuri –pero no me de mí, ni yo de ti–.

– ¿Y sí pasara? ¿Dirías lo mismo? – preguntó Lucas. A lo que, ella se quedó callada y buscó la mano de chico.

–Quien sabe– contestó al final ella. Su corazón latía a mil por hora y ésta vez, no era por la excitación – ¿por qué estás teniendo ésta conversación conmigo? –.

–Puedo repetirte que todo el mundo, necesita a alguien– Yuri, se estaba quedando sin aliento. –No sé sí lo has notado, pero no es una indirecta– Lucas lo aclaró con gracia –y... eso–.

–Es muy romántico éste momento. Aquí, a oscuras, rodeados de trastos viejos, de miles de polillas y bacterias, llenos de polvo. El lugar donde me has traído a tener sexo. Y ahora me dices esto. No lo entiendo ¿sabes? – mencionó Yuri directa.

–Olvídalo– dijo rendido él –bésame y lo arreglamos antes de que me muere de vergüenza–.

Nuevamente ella no se esperó esa reacción. ¿Lucas? ¿Morirse de vergüenza? No le dio muchas más vueltas, y lo besó agarrándole por el cuello.

Pudo notar su enorme sonrisa en la oscuridad.

–Conectamos bien– dijo ella, retirándose un poco para tomar aire –debimos haberlo, sabido antes–.

–Aún no hemos conectado del todo– interrumpió ahora él –falta lo más importante. Ya me entiendes–.

Después de unos cuantos besos más, abrazos, mordiscos y caricias, los dos bajaron. Uno detrás del otro, sin importarles que estuvieran aún allí, abajo los demás. Se encontraron con todos que, vestidos y peinados, desprendían un olor a colonia que se olía por todo el camino, que rodeaban.

– ¿Alguien se ha echado ambientador para el auto? – preguntó Yuri, tapándose la nariz, bromeando. A lo que su hermano Yangyang se olió y se retiró lentamente, con disimulo. – ¡Yangyang! – gritó Yuri señalándolo con el dedo para después lanzarse sobre él –hueles muy bien–.

– ¿Cómo has estado, Yuri?– preguntó enseguida él. –Hendery nos había dicho que estabas mal–.

Entonces buscó a Hendery con la mirada pero se encontró con la de Lucas. Éste le hizo una seña con los ojos.

–Oh, si no... mmm, fue la comida. Me sentó mal–.

– ¿La comida? ¿No estabas enfadada por lo que te hicimos Hendery y yo? – intervino Ten peinándose con los dedos.

–Oh sí, bah, pero no es nada. Olvídenlo– dijo ella, de manera sencilla.

Lucas permanecía apoyado en la pared, ahora con la mirada perdida. Yuri lo miró un par de veces más, y fue con las chicas. Justo antes de que salieran todos, Yuri y Lucas fueron invitados a salir con ellos pero por diversas excusas, se quedaron en casa. Solos. A fin de cuenta eso era lo que querían.

Smooth Talk | WayV LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora