Carta a un amor perdido

92 4 1
                                        

Hoy te escribo y ni siquiera sé por qué.

Recuerdo que no disfrutas la lectura tanto como yo. Es tonto de mi parte creer que tendrás curiosidad por saber lo que pienso, después de tantas veces que me negué a decírtelo.

Si estás leyendo hasta esta línea y no quieres perder tu tiempo, deja de leer. En cambio si quieres divertirte al verme humillada y vulnerable, por favor continúa.

Desde que te fuiste, he experimentado una serie de sentimientos.

 Primero fue Ira combinado con negación, no podía creer que en serio habías dado el paso definitivo para alejarte de mí.

Después fue tristeza con un poco de soledad, es difícil volver al mundo tan desprotegida.

Luego con ayuda del alcohol se convirtió en alegría, estaba libre una vez más y no iba a permitir que me afectara tu partida.

Más tarde fue melancolía con una leve resaca. Esperaba fielmente que estuvieras junto a mi cama con alguno de tus regaños por ser tan descuidada y después me ofrecieras alguna pastilla aunque lo que me hacía sentir mejor era un solo beso tuyo.

Ahora simplemente es un vacío total. He intentado elevar mi moral fingiendo que no me duele, hablando mal de ti… nada ha funcionado, me sigue doliendo tu ausencia.

La comida ya no es mi momento favorito del día, ni siquiera el chocolate tiene el mismo sabor si no estás aquí. Diría que mi mundo se ha vuelto gris, pero es una gran gama tonos, diría que es negro, pero me recuerda la profundidad de tus ojos y que además me hace sentir tranquila. En este punto todo es Blanco total. Sin color, sin oscuridad, sin nada que le alegría un color que siempre he odiado, y lo sabes.

Que patética debo parecerte…

Sí, soy tan patética sin ti.

Todo me parece aburrido, más de lo que ya me parecía el mundo.

Ya no tengo con quien pelear, con quien desquitarme, con quien reír por chiste malos. Extraño todo de ti, extraño lo que era cuando estaba contigo. Yo empecé a ser una mejor persona gracias a ti, dejé de mirar con tanto odio al mundo, dejé de sentir miedo de lo desconocido. Ahora… ya no sé cómo seguir. Estoy en un punto muerto.

Tal vez mis palabras te molesten. Siempre pensaste que me trataba con dureza, que miraba lo peor de mí, quizás por eso decidiste irte, tal vez te cansaste de repetir que era más de lo que reconocía. Tal vez fui yo la que siempre te alejó.

Y eso tiene sentido. Suelo actuar en mi contra.

No sé si me extrañarás como yo lo hago. De hecho no sé si quiera si piensas en mí.

Tal vez ya me hayas olvidado. No te culparía, no hice tanto por ti como tú por mí.

Al llegar hasta aquí, quizás pienses que estoy siendo demasiado dramática, que me estoy echando a morir. Discúlpame, por todos los malos ratos, incluso disculpa por escribirte a pesar de que yo te pedí que no me buscaras y a pesar de que te prometí que yo tampoco lo haría.

Que puedo decir, soy más débil de lo que me gusta aceptar.

Quizás sigas recibiendo más cartas de mi parte, para comunicarte como he estado, aunque no te importe.

Después de un tiempo tal vez ya no tenga las fuerzas de mandarte más cartas, pero no dejaré de escribirlas. Es la única forma en la que puedo sentir que solo te has marchado por un tiempo y que pronto volverás, como en las películas, como las historias que me gustan escribir.

Me despido por ahora porque me siento más patética con cada palabra.

Te quiero, vuelve pronto

Con amor

—YO  ♥

Notas de una chica invisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora