Flufftober 2021

2- Tomarse de las manos (Shance)

Etiquetas: 

❄Angst con fluff

❄Angustia / Confort

❄Canon divergencias 

❄Shiro tiene 24 y Lance tiene 19 

❄Relación establecida

Resumen: 

Lance falló en la última misión y eso hizo que Allura no reaccionara muy bien, así que se encierra en su habitación y se suelta a llorar. Shiro es el único que sabe que hacer y decide consolar al chico del que se enamoró. 

★

Tomarse de las manos 

—Lance, abre la puerta.

Nadie respondió al otro lado.

—Cariño por favor.

Lance seguía sin abrir y sin decir palabra. El moreno simplemente no quería que nadie lo viera así, de nuevo había fallado y sintió el peso de sus acciones en sus hombros, su corazón le dolía y sus lágrimas dejaban rastro sobre su rostro. Debía verse terrible con los mocos afuera y el puchero infantil. No quería que Shiro lo viera así.

—¡Es que eres tan idiota como para fallar una misión tan simple! — Allura le había dicho nada más cruzar hacia el puente.

Hunk trató de detenerla y Pidge le dedicó una mirada de odio a la princesa. Pero el daño ya estaba hecho, no bastaba con que el moreno casi muriera y sintiera que le falló el universo, no. Allura tenía que decirle lo incompetente que era, casi deseaba que ella tomara su lugar para que él ya no tuviera tanta responsabilidad.

Por su culpa, muchos salido heridos. Por su culpa, información valiosa se había perdido.

Lance simplemente dijo un "lo siento" y salió de ahí rápidamente. Sin mirar a ninguno de sus compañeros y evitando a toda costa a Shiro. También lo había defraudado. Inútil, torpe, no merece su lugar en el equipo.

A menudo el moreno se veía envuelto en pensamientos negativos hacia él mismo, repitiéndose en su cabeza una y otra vez hasta que se sintió lo suficientemente basura. Sentía pena por él mismo, un torpe mocoso con una gran responsabilidad de la que no podía hacerse cargo.

—Lance, cariño.

Shiro aun así lo había elegido, confiaba en él y le daba ánimos. Su amado, su héroe. La razón por la que aún no renuncia.

La puerta se abrió al poco rato, el moreno se encogió en su cama, la frazada cubriéndolo por completo. Odiaba ser tan patético. No que Shiro viera lo torpe e inútil que era que ni siquiera soportaba un quería regaño o reprimenda merecidos.

—Cariño, Allura no sabe lo que dijo.

Eso lo molestó, no era un niño. Sabía que hizo mal, que arruinó todo ahí. Apretó las manos en su manta, siempre aplicaba demasiada fuerza hasta dañarse, no sabía que se lastimaba hasta después de que su ansiedad se desvanecía.

—Lance, amor.

—Arruiné las cosas, no lo niegues.

—Yo no ...

—¡Soy un fracaso! — gritó dolido.

—Lanza.

—Siempre lo arruino, yo ... debería ... debería ...

Y de nuevo estaba llorando, sintió como temblaba erráticamente mientras que dejaba de sujetar la cobija para pasar a enterrar sus uñas en sus palmas, las pequeñas heridas rojas dejando salir algunas pequeñas gotas de sangre.