ANTI-FAN

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CAPÍTULO DIECISIETE

Anti-fan,

Una luz suave pasó entre sus pestañas, Tetsu se encontraba confundida y adolorida. ¿Qué había sucedido?
Los recuerdos de lo que había sucedido antes de perder la consciencia volvieron a su cabeza, haciéndole fruncir el ceño ante el dolor de cabeza.

Sus ojos observaron su alrededor por unos segundos, esa no era su habitación, ni siquiera sabía en donde estaba.

Una respiración en su mejilla le hizo girar su rostro, encontrándose con el rostro tranquilo de Rindo quien descansaba a su lado. Movió su cabeza hacia el lado contrario, encontrándose con Ran quien le tomaba por la cintura, ocultando su rostro en su cuello, provocándole unas pocas cosquillas.

¿Qué diablos sucedió?

— Rindo. — Llamó la chica, moviendo suavemente el hombro del mencionado, quien tras unos segundos abrió sus ojos, mirándole. Pasó un momento antes de que Rindo se sentara en la cama y le mirara preocupado.

— Tetsu... ¿Cómo te sientes? — La chica miró por unos instantes su cuerpo.

— Duele, mucho. — Respondió. — ¿Qué sucedió? ¿Qué hago aquí?

— ¿Recuerdas lo que pasó antes de desmayarte? — Yamagawa asintió. — Tu amiga nos dijo que tenía un mal presentimiento, así que fuimos a buscarte... Lo siento, llegamos tarde, pero al menos logramos golpear a esos sujetos.

— Entiendo. — Tetsu intentó ponerse de pie, Rindo no lo permitió.

— No te levantes, debes descansar.

— Ya descansé suficiente... ¿Puedes llevarme a casa? — Rindo frunció su ceño, notando claramente la frialdad de las palabras de la menor.

— Tetsu, escúchame. — La chica le miró. — Es cierto que no solíamos ser el tipo de chicos que quieren una relación seria, pero... Ahora es diferente.

— No es necesario, Rindo. — El chico negó, tomando una de sus manos.

— También es nuevo para mí. — Confesó. — Me gustas, Tetsu, mucho, y no quiero que te alejes de nosotros.

— Rindo... — La castaña hizo una mueca. — Preferiría que mi próxima relación sea seria, estable y segura. — Tetsu negó. — No puedo estar con ustedes, no de esta forma, no sabiendo que puede acabar en cualquier momento.

— ¿Por qué debe de acabar? — Rindo se inclinó, tomando el mentón de la chica. — Te dije que me gustas ¿Qué parte de eso no entiendes? Quiero estar contigo, quiero tenerte para mí.

Tetsu bajó su mirada, la poca luz que entraba del exterior iluminaba de una manera hermosa el rostro del chico, quien también le observaba de la misma forma.

— Perdí la apuesta. — Rindo frunció su ceño, confundido. — Me enamoré de ustedes... En menos de una semana. — La chica rio, con tristeza.

— ¿Qué tiene eso de malo?

— Me siento patética, se suponía que yo era su anti-fanática número uno. — Rindo sonrió, negando.

— ¿Nuestra anti-fan? Esa es una fuerte confesión. — El chico tomó a la menor entre sus brazos, acercándole a su cuerpo. — Bueno, al menos no eres mi anti-fan ahora.

— ¿Quién dijo que no? — Rindo le miró.

— Si fueras mi anti-fan no podría hacer esto ¿Cierto? — Tetsu sintió como el chico tomaba de su nuca y le acercaba a su rostro, uniendo sus labios en un delicado beso el cual lentamente comenzó a volverse húmedo, dejando escapar suspiros y jadeos. Era simplemente excitante.

— Oigan. — Una tercera voz hizo que los chicos se alejaran de golpe. — No me excluyan, yo también quiero.

— Eres especial para arruinar momentos ¿No? — Se quejó Rindo, tirando de sus cabellos hacia atrás.

— Y tú eres especial para aprovecharte de mi ausencia... Tetsu, yo también quiero que me beses. — La chica sonrió, girándose un poco.

— ¿Qué gano yo con hacerlo? — Ran no había abierto sus ojos, así que, al hacerlo, sonrió.

— Un beso del hermano más guapo.

— Sueñas ¿Seguro que ya despertaste? — Habló Rindo. — Tetsu sabe que yo soy el más guapo.

— No empiecen. — La chica se inclinó, posando sus labios suavemente sobre los del hermano mayor, quien sonrió insatisfecho.

— ¿Solo eso?

— ¿Qué más quieres? — Ran volvió a acercarse a la menor, uniéndose esta vez en un beso más largo y deseoso. Tetsu intentó alejar al chico al sentir a sus pulmones rogar por aire, pero simplemente sus labios decían lo contrario al acercarse más al chico.

Rindo elevó una ceja, separando a los dos chicos.

— Suficiente. — Ran le miró con indignación. — Yo también quiero.

— Por favor, paren con eso, si beso a uno, el otro quiere, y si le beso, el otro vuelve a pedir, déjenme descansar. — Se quejó Yamagawa dejándose caer hacia atrás sobre la cama, ambos hermanos rieron.

— Solo uno más. — Aseguró Rindo, inclinándose a repartir suaves besos desde la mandíbula de la chica hasta llegar a sus labios. Tetsu frunció su ceño al sentir la lengua del chico deslizarse lentamente delineando su labio inferior y finalmente volver a unirse en un beso.

— Creo que me estoy calentando. — Comentó Ran. Tetsu se alejó de Rindo.

— Pues ve a bañarte con agua fría. — Rindo rio, mirando a Ran fruncir su ceño.

— ¿Por qué eres tan dura conmigo, linda? No te he hecho nada.

— Tetsu sabe que me gusta ¿Qué hay de ti? — Comentó Rindo, Ran le miró con sorpresa.

— ¿Te has confesado de esa forma tan cursi?

— Al menos lo hizo, por eso ahora es mi hermano favorito. — Interrumpió la menor, Ran fingió que su corazón se rompía, llevando una mano a su pecho dramáticamente.

— Eso dolió. — Tetsu elevó una de sus cejas. — Bien, si así lo quieres. — Ran se acercó a la chica, tomando con sus dientes el inferior de los belfos contrarios, Yamagawa quiso unir sus labios una vez más, pero el mayor lo impidió alejándose. — También me gustas, Tetsu, a mí me gustas más que a Rindo.

— ¿Ah? — El hermano menor se quejó.

— Veamos que más... — Ran miró a la chica por unos momentos antes de sonreír. — Sé mi novia.

— Espera, espera, no será tu novia. — Rindo se sentó de golpe, mirando a Tetsu. — Será mi novia ¿No es así, Tetsu?

— Diablos. — La chica cubrió su rostro con sus manos. — ¿En serio me están haciendo esto?

— ¿Uhm? ¿Tan difícil es escoger? — Ran rio, acercándose a la chica, susurrando contra su oído. — ¿O es que quieres tenernos a los dos a tus pies?

Yamagawa comenzó a sonrojarse.

— Yo creo que sí. — Rindo alejó las manos de la chica de su rostro. — No tengas pena de decirlo, Tetsu... ¿Nos quieres a ambos?

— Chicos... ¡Basta! — Explotó la menor, su rostro enrojecido, evitando mirar a ambos hermanos. — Me voy a volver loca.

— ¿Es un sí? — Ran posó sus labios sobre la mejilla de la chica. — Podemos ser felices nosotros tres, no lo pienses demasiado ¿Lo tomas o lo dejas?

Tetsu le miró por unos segundos, pensándolo, apostaba que si fuera Kioko la que estuviera en su situación no habría dudado dos veces en decir .

— ¿Esto realmente funcionará? — Preguntó la castaña.

— Ha funcionado por ahora, creo que podrá hacerlo. — Comentó Rindo.

— Bien... — Tetsu suspiró. — Podemos intentarlo.

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𝐎𝐧𝐞 𝐥𝐚𝐬𝐭 𝐭𝐢𝐦𝐞 - 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora