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Obito caminaba a su humilde casa mientras pateaba una piedrita.

Su mirada triste era muy fácil de notar. Hasta la doña que vendía frituras afuera de la escuela le preguntó la razón.

Él le sonrió melancólico para luego decirle "es rechismosa, nomás deme mis papitas con salsa de la que no pica" La doña murmuró cosas que Obito ni entendió, al fin y al cabo tampoco le importaba.

Realmente ese día no fue el mejor.
Sus papitas se las regalo a unos perritos de la calle hambrientos (realmente los perros lo habían rodeado y gruñido, él les aventó la bolsa de papas para luego irse corriendo), Rin lo ignoró porque andaba en los baños besuqueandose con su novia, el celoso Sasuke casí le mete la putiza de su vida porque se enteró de que agarró la mano de Naruto y para finalizar vió a Kakashi besándose con Iruka.

¡Lo último fue el causante de toda su desgracia!

—¡Obito! —El azabache levantó la cabeza encontrándose con Sakumo. —¿Cómo estas?

¿Por qué justamente se tenía que encontrar con el jefecito del Kakas?

Además, fue algo muy raro, Sakumo normalmente no salía de su casa, él prefería quedarse en la comodidad de su hogar leyendo y trabajando.

—Pues vivo que ya es ganancia. —Contestó el azabache con desgano.

Ni siquiera se esforzaba en fingir estar bien. ¿De qué servía eso? Igual el sabroso que antes había tenido probabilidades de ser su suegrito sabría su estado de ánimo sin esforzarse tanto.

Sakumo soltó un suspiro y puso una mano en el hombro del menor.

—Vamos, me cuentas que te sucede tomando un café. —ofreció con una sonrisa ocultando su sed de chisme.

—No le quito su tiempo, seguro va por su hijo o hacer algo importante. — contestó soltando un suspiro triste.

El Hatake mayor murmuró maldiciones, ¿por qué no puede tener chismesitos rapidos? Hashirama debería de darle consejos para sacar chismes.

Ese man, parecía vieja chismosa.

—Nah ni te preocupes— Sakumo puso una mano en el hombro de Obito —Seguro que ya llegó a la casa, además yo sólo salí a caminar.

Sí, sus excusa eran realmente buenas.

El Uchiha no tuvo más remedio que aceptar la propuesta del Hatake.

Oigan... Ya mirando bien al Sakumo, ni esta tan viejo y se ve resabroso, ¿no querrá ser su sugar da...

Ay que pendejadas esta pensando, pero la verdad no es tan mala idea.

Si con el hijo no se pudo, con el papacito se podrá.
Pero de que se quedaba en la familia Hatake, se quedaba.
.

.

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Kakashi pasaba las manos por su cabello con frustración, mucha frustración.

¿¡Donde había dejado su celular!?

Ya hasta se estaba viendo como un drogadicto frotandose el brazo con fuerza y con cara de zombie.

Como que ya empezaba a ver borroso.

—Ka-ka-shi —La voz de ultratumba que utilizaba su gran amiga Rin lo hizo dejar su faceta de loco.

—¿Qué pasá? —Preguntó con cierto miedo.

La única cosa que le tenía miedo, a parte de Pakkun emputado porque no le dio de comer croquetas de marca cara, era a Rin super hiper mega molesta.

¡Las mujeres son un castigo horrible!

Mírame |KakaObi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora