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Deidara sonrió malicioso ante la noticia que rondaba por los pasillos de la escuela...

Bueno, la verdad es que había interrogado a Iruka, lo vió hablar con Obito y entonces cuando terminaron, lo siguió un buen rato hasta que lo detuvo e inició su bombardeo de preguntas para sacarle todo el contexto.

Y eso nos lleva al día de hoy donde la rubia explosiva merodeaba la mesa donde Obito descansaba plácidamente a la espera del maestro que les daría clases.

—¡Obito! Que sorpresa, hace muchísimo que no te veía. — Espetó el rubio sentándose a un lado del azabache.

Obito simplemente le regaló una mirada de desconcierto. ¿Y ese baboso greñas de Barbie quién era? No lo recordaba la verdad. ¿Acaso iba en su salón? Su voz le sonaba de algún lado y su aspecto le recordaba a algún hecho relacionado con Kakashi.

También le daba mala espina y como que tenía pinta de morrita tóxica.

—Oye no es por ofender, pero ¿Quién eres? — Preguntó recargando el codo sobre la mesa y recargando la mejilla sobre su mano.  —  Es que al chile no tengo ni idea de quién eres.

Una vena resaltó en la frente del ojiazul. ¡Tanto tiempo acosandolo y ni así lo recordaba! ¿Y los escándalos? ¿Eso tampoco los recordaba? Malditos hombres, todos son igual de olvidadizos e insensibles.

Deidara apaciguó sus ganas de romperle el hocico con un puñetazo; nomás lo hacía porque no quería pretender a un imbécil con el rostro moreteado. Tenía una imágen que mantener y si lo veían con un estúpido todo moreteado sus amistades le dirían que sus estándares eran horribles y para acabarla unos busca pelea.

—Je, pues verás, soy Deidara — extendió su mano y acarició con delicadeza la cabeza de Obito. — pero tú me puedes decir "el amor de mi vida".

El Uchiha mostró una cara de completo desconcierto, ¿Se le zafó un tornillo o qué pedo? Su único amor de la vida era Kakashi y si acaso su mamita querida.

—Nah, no creo que te quiera decir así. Prefiero decirte greñas quemadas, utilizas mucho tinte para tener ese tipo de rubio, ¿Cierto? — Espetó burlón.

Deidara apretó los puños en un gran esfuerzo de controlar las ganas de golpear con infinita euforia al imbécil que tenía enfrente, definitivamente las mujeres molestas eran más fáciles de tratar que al tonto de Obito.

En esos instantes se reconsideraba el hecho de que le gustara un imbécil como lo era el Uchiha, definitivamente debía de elevar sus estándares, quizás su verdadero tipo de hombre eran los pelirrojos de ojos miel.

—Tonto Obi... Digo, bonito Obito, mejor escúchame que te tengo un plan para tu dilema con el greñas de brocha.

Y así, el espectacular plan de la rubia teñida daba inició, además tendría premio doble. Le daría celos al estúpido de Kakashi y tendría de novio (fake) a Obito.

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La habitación de Kakashi se encontraba en total penumbra y silencio. Él se encontraba envuelto como taco en su cobija de tigre mientras que se sumergía en la miseria mirando las fotografías ridículas que tenía de Obito.

Pero su comodidad y tristeza se vió fuertemente destruida debido a un tornado de gritos de Rin y Anko que se dirigían directamente a su habitación.

Ya ni iba a poder estar deprimido a gusto.

—¡KAKASHIII! Adivina, adivina. Te tengo el chisme del año. — Gritó Anko tirándose sobre el bulto de cobija que cubría al peliplata. — Vamos cariño, cuéntale a Kakashi de lo que nos enteramos.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2023 ⏰

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