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La poca iluminación del departamento concentraba  a Dabi quien estaba enfrascado en su proyecto, no salía de su casa a nada quería que su exposición saliera perfecta aunque eso costará no hablar con nadie hasta que terminase su trabajo

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La poca iluminación del departamento concentraba  a Dabi quien estaba enfrascado en su proyecto, no salía de su casa a nada quería que su exposición saliera perfecta aunque eso costará no hablar con nadie hasta que terminase su trabajo. Sus ojos azules se desplazaban por el editor de fotos, mirando una y otra vez los filtros que iba a usar, sin lugar a dudas quería que aquello saliera perfecto.

—Debí preguntarle a Katsuki que opinaba, pero el muy imbécil me dejo por solo una llamada de mi hermano, gracias mejor amigo. —Touya estaba algo estresado debido a que el lugar estaba reservado pero no tenía aún las fotos listas—. No sé cómo pero de alguna manera extraño la presencia de Keigo en mi departamento.

Suspiró algo frustrado ya hacia una semana que no lo veía y aunque hablaba con él por chat de vez en cuando, no podía sostener todos los sentimientos que le estaba generando el rubio, después de todo no había persona más romántica que Touya y cuando se trataba de amar estaba dispuesto a todo por la persona que le gustaba. Miró el PhotoBook que le había dado el rubio, lo tenía allí cerca de su mesa de trabajo, cuando creía que no podía solo veía las fotos que le había sacado y sentía como todas sus preocupaciones se iban.

—Solo unos días más Touya, puedes aguantar mucho más. —Se repitió en su cabeza quien sólo pensaba en la siguiente vez que vería al actor.

El timbre de su departamento sonó, él no esperaba a alguien simplemente apagó la computadora donde estaba trabajando y dejó el PhotoBook de lado, para saber quien era el que estaba en su puerta. Algo malhumorado con el cabello revuelto se dispuso a abrir la puerta sin comprobar quién era, sin dudas lo iba a sacar a patadas de su casa. Sus ojos azules emanaban molestia e irritación al ver aquel cabello blanco en la puerta de su casa, de todas las personas en el mundo tenía que venir a molestarlo justo ese día.

—¿Que es lo que quieres? —La mirada de Touya solo podía decir que odiaba la situación, odiaba como aquellos ojos grises lo miraban como se mordía el labio del nerviosismo.

—Yo Touya-nii... —No podía verlo, simplemente los ojos azules del pelinegro lo miraron con desprecio. De toda su familia con los únicos que aún mantenía contacto era con su hermano menor Shouto y con su madre, sus otros dos hermanos y su padre estaban fuera de su vida, expulsados por él mismo.

—Si no tienes nada que decir lárgate estoy ocupado. —La severa voz de Touya hizo que los ojos grises del chico buscaran algo de ese amor fraternal que aún creía que podía poseer el fotógrafo, pero desgraciadamente dentro de Touya solo le quedaba amor por su madre y su hermano.

—Touya-nii... En serio lo lamento, pero yo... —Dabi no quería escucharlo, simplemente cerró los ojos y suspiró para no darle en la cara a su hermano, debía tener paciencia por todos esos recuerdos del pasado que parecían que aún seguían ahí.

—Vete. —Le dijo serio y severo, sus ojos turquesa miraban al chico como un extraño.

—Touya-nii, en serio lo lamento pero no podía contenerme, mi amor por Geten era mayor. —Ahí estaba la espina que poseía clavada Touya desde hace dos años.

 Detras de Cámaras «DabiHawks»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora