El Sexy Omega °° KookMin °°

18

"Puedo recordar perfectamente ese olor a Pay(Pie) de fresas que tantas veces horneo mi madre, para Jennie y para mí.
Pero...

Esté olor tiene algo peculiar y es un olor muy intenso... Huele a... Dulce de fresas."

Uno por uno, comencé abrir los ojos y miré a mi alrededor.
Toque el lado derecho de la cama y lo sentí vacío.

Escuché un quejido viniendo del baño y tras el vidrio visualice el pequeño cuerpo de JiMin, acurrucado contra el frío suelo, desnudo.

Rápidamente me levanté de la cama e ingresé al baño, pero un fuerte olor impacto contra mi nariz.

— ¿JiMin?...

— ¡Vete! No quiero que me veas y mucho menos que sientas mi olor.

— ¿Estás bien?... No hay nada que temer.

— Entré en celo y no traje supresores, mis feromonas son fuertes y estoy comenzando a sentir calor.

Celo.

Debés controlarte JK, es tu pequeño Omega del que estamos hablando.

— Dime que hacer, puedo ir a la farmacia a comprarlos.

— No... Lo que necesito es... es... A ti, te quiero a ti Alfa.

El pequeño cuerpo de JiMin abandono el suelo eh impacto contra mi cuerpo.
Mis brazos enrrollaron su pequeña cintura y sus piernas mis caderas.

— JiMin... ¿Estás seguro de pasar un celo conmigo?.

— Alfa~... Quiero mimos y besitos.

— Te daré todo lo que quieras mi dulce Omega.

Junté nuestros labios en un necesitado beso, lleno de chasquidos y los suaves movimiento de mi chico.

Mis manos se instalaron en sus grandes glúteos, mientras sus delgados brazos se enrrollaron en mi espalda.

El maldito timbre hizo que separará mis labios de los suyos.

— Alfa~ Mimi quiere besitos calientes.

Aquellos luceros azules brillaron en los ojos de mi Omega, dudé un momento en abrir la puerta pero el timbre y el golpeteo en la puerta era insistente.

— Espérame un momento, cariño.

Lo aparte de mi cuerpo con delicadeza pero aún así me miró triste.

— Alfa está rechazando a su Omega.

— No, no, no, cariño. Regresaré en un momento, solo iré abrir la puerta pero necesito que te quedes aquí porque sólo llevas una camisa mía.

Y pareció recapacitar un poco al mirarse así mismo.

— Está bien Alfa, pero cuando vuelva estaré desnudo.

No dejo ni que procesará sus palabras y me saco del baño, por un momento me arrepentí pero el insistente toque me regreso a mi realidad.