El Sexy Omega °° KookMin °°

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🐰 JungKook. 🐰

No se cómo pasamos de estar casi comiéndonos a besos después de almorzar, a Mimi estar concentrado en dibujar no sé que en una pequeña libreta y colores, con decir, que ni se de dónde salieron esas cosas.

Pero debo admitir que se ve tan tierno, es como un pequeño cachorrito.

—  ¿Alfa?.

Su dulce voz me llamo y rápidamente me acerque a él.

— ¿Si?.

— Mimi ya se aburrió de pintar ¿Podemos ver televisión?.

— Por supuesto.

Me levanté de la cama para ir ahora al sofá, JiMin hizo lo mismo, levantándose del suelo al sofá.

— Quiero ver una película romántica.

— Buscaré alguna.

Cambié y cambié de canales hasta que una llamó nuestra atención, y lo mejor es que es coreana.
  Pasé mi brazo por encima de sus hombros para atraerlo a un abrazo, él subió sus piernas a las mías, quedando así, cómodamente.

Mi atención estaba completamente en la película pero sabía que la de mi Omega no, sentía su mirada a cada momento.

— ¿Alfa?.

— Dime, bebé.

La parte del beso había llegado y se sentía una tención diferente, algo había cambiado y mi Alfa está muy inquieto.

— ¿Ya podemos darnos besitos calientes?.

Y eso es.

Mi Omega otra vez está entrando en calor.

— JiMin...

No pude terminar de hablar por el impacto de los esponjosos labios de mi Omega, en los míos.

El beso era realmente necesitado y muy mojado.
  Me levanté del sofa con mi chico enrrollado en mi.

Aquella fricción entre nuestras partes me hacían ver estrellas pero tuve que concentrarme bien en llegar a la cama y no caer.

Lentamente lo deje sobre la cama y tuve mejor oportunidad de acomodarme entre sus piernas. Sin prisas, baje mis besos a la blanca piel de su cuello.

— Mordida...

Soltó jadeante mi omega, la sola palabra llamaría la atención de cualquier Alfa y no digo que para mí no lo sea, pero jamás mordería a mi Omega si no tuviera un problema confuso.

— Aún no, mi amor.

— Alfa malo...

Por un momento pensé que pararía cualquier acto de mi parte pero fue lo contrario. De un momento a otro lo tuve sobré mi, con ambas piernas a mis costados y mirándome sensualmente con esos provocadores ojos azules.

   Algo verdaderamente sexy y provocador para mis ojos, quién lo viera de está forma diría que el apodo de "El Sexy Omega" , le queda verdaderamente cortó.