El Sexy Omega °° KookMin °°

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⭐ Especial VHope ⭐

☀️ Hoseok☀️

El último día de nuestras vacaciones estaba resultando perfectamente bien. No había sido mala idea salir en parejas.

Aunque yo aún tenía algo bajo la manga para mí lindo Omega.
  Siendo el último día en Japón, le preparé una sorpresa con ayuda de JungKook, esperaba en verdad poder impresionarlo.

— Bueno, JungKookie y yo iremos al hotel para preparar lo que nos falta.

— Oh! Creo que nos iremos con ustedes.

— No!... Digo, tengo algo que enseñarte Tae-ssi.

Traté de decir rápidamente, antes de que tomará camino.

— ¿Una sorpresa? Amo las sorpresas, vamos.

Nos despedimos de los chicos y tomamos un taxi al lugar que indique.

En verdad esperaba poder impresionarlo, me esmeré mucho en dejar perfecto el lugar y pagar una gran cantidad de dinero para tener privacidad y sea especial.

Apenas darían las seis y media de la tarde, a mi parecer es un buen tiempo para el recorrido a nuestro destino.

— ¿Por qué estás tan nervioso?.

Las suaves y tibias manos de mi Omega hicieron contacto con las mías, que a comparación de las de él, las mías están frías y sudando de los nervios.

— No es nada, hay algo que quiero decirte pero no sé si ya sea tiempo.

— Sea lo que sea, dímelo. No debe haber secretos entre nosotros ahora.

— Lo se, esperaré a decírtelo una vez lleguemos a nuestra cita.

Me dedico una cuadrada y brillante sonrisa para después recargarse contra mi hombro.

...

Mi nerviosismo se había ido, me sentía un poco más relajado y después de recordar las palabras de mi padre, aún más.

— "Si no arriesgas no ganas" Yo no lo pensé tanto y me arme de valor y mírame, todo salío perfecto.

Quiero pensar que también tendré la misma suerte.

— ¿A dónde iremos? ¿Al aeropuerto?.

— No, aunque si es cerca.

— Oh...

Media hora más tardé me encontré pagando el taxi.
    El lugar que me pareció ideal para nuestra cita fue en el parque Narita, un lugar cerca del aeropuerto.

— Woow. Aunque creo que ya cerraron Hobi.

— No habren hoy.

— ¿Eh? Entonces a que vinimos.

— Sigue siendo sorpresa.

Me miró confundido, aun así lo arrastre a la entrada del lugar donde un encargado del lugar nos esperaba.

— Señor Jung, es un gusto recibirlo nuevamente y está vez con su Omega.