La salvación de un alma corrompida // Bungou Stray Dogs

Desgracias

- Chuuya, necesito que te hagas cargo del mando durante un día.

- ¿Al final vas a ir a verle? — dicho aquello chuuya le impidió el paso a Dazai.

- Chuuya, muévete.

- Osamu... — chuuya, incapaz de verle a los ojos se alejó indignado.

- Chuuya, recuerda, soy solo tuyo y de nadie más, ya que solo deseo que seas tú quien me arrebate la vida, al igual de que solo yo puedo dártela.

Después de decir eso Dazai se fue de la habitación sin volverle la mirada a Chuuya quien se encontraba mirando al suelo con la mirada muerta ya que lo que dijo era verdad en una forma muy literal.

"Solo él puede hacer que chuuya siga existiendo" y eso Chuuya lo odiaba, odiaba a Dazai.

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- Odasaku enséñanoslas, enséñanoslas, enséñanoslas, enséñanoslas, enséñanoslas.

Y ahí estaba Oda, sentado en una silla en la agencia haciendo su trabajo mientras que Yosano, Kenji, Ranpo y Naomi le molestaban pidiendo que le enseñe unas fotos.

Ese día Oda se levantó y antes de irse a la agencia recordó que huérfanos pitufos con traumas durmieron en su casa, así que se dispuso a despertarlos pero cuando entró a la habitación aquella escena le sorprendió, tanto que incluso alzó media ceja, y pues le hizo fotos.

Claro que después se le olvidó que iba a despertarlos y los huérfanos pitufi traumados llegaron dos horas tarde a la agencia llevándose un regaño de media hora de Kunikida sobre horarios, rutina y evidentemente clases de cocina.

En esas dos horas que los huérfanos pitufi traumados no estuvieron, Ranpo le empezó a decir a Oda que quería ver las fotos y de ahí la mitad de la agencia se interesó y no tuvo más remedio que enseñarlas cuando Ranpo amenazó que como no las enseñara le haría ir a buscar dulces en la ptra parte de la ciudad.

- O POR DIOS MI SHIPP ES CANON.

- JASLKFJSDLKFEJSLDKEFJ ME MUERO, EL EMO SIN CEJAS CON TRAUMAS DANDO UN SOPORTE EMOCIONAL A UN FURRO CON DEPRESIÓN, ANSIEDAD Y MÁS TRAUMAS.

- PWRO.

- Dios... Son niños chicos atrapados en cuerpos de adulto y Ranpo ni eso... — Kunikida se masajeaba la sien mientras suspiraba y Oda solo se apartaba de la escena preocupado de que le rompieran el teléfono.

Una vez que el jaleo acabó y Yosano, Naomi y Ranpo hicieran incluso fanfics de ellos dos, todos volvieron al trabajo... o bueno a hacer otras cosas no vamos a mentir.

El día fue tranquilo y mientras que Atsushi y Akutagawa almorzaban en la cafetería, el trío shippeadores se las pasaba haciendo planes para que ellos dos acabasen juntos.

La noche llegó y como el apartamento de Akutagawa seguía oliendo a cerdo chamuscado, se volvieron a quedar en la casa de Oda.

Una vez que papá pitufo mandó a dormir a los huérfanos pitufi traumados, Oda recibió una llamada, para cuando su poder hizo efecto ya había contestado a la llamado y no podía colgar.

- Dazai... — dijo con evidente enfadado.

- Odasaku... me alegra poder volver a escuchar tú voz.

- Cállate y dime de una puñetera vez que quieres.

- Odasaku no hay por qué ponerse agresivos.

- Contesta.

- Bueno ya que no tengo más opción te diré. Sé que lo tienes. Ya sabes a lo que me refiero.