A Little Wicked {Traducción}

Capitulo 6 Hipocresía

Resumen:

Edward ve cosas en el bosque y se apresura a emitir juicios.

" Edward, ¿también tienes química en el último período?" La voz de Harry lo sacó de su ensueño mientras el chico lo seguía por los pasillos de la escuela.

Edward parpadeó hacia Harry, quien le sonrió cortésmente pero luego frunció el ceño ante la expresión vacía del vampiro.

"Sí." Edward respondió.

"¿Está todo bien?" Preguntó el mago, haciendo una pausa por un momento y abrazando sus libros contra su pecho.

Edward asintió, pero su expresión facial era rígida.

"Sí, todo perfectamente bien. Estoy absorto".

Harry asintió y siguió caminando junto a Edward hacia el salón de clases, ambos en un incómodo silencio.

"Es probable que mañana tu brazalete y el de Jasper, así como el collar de Alice, estén listos" dijo Harry suavemente. "El hechizo dura hasta doce horas desde el momento en que ustedes los usan ..."

Edward no respondió.

"Pero cuando quieras, podemos rehacer por ti ..." continuó Harry mientras Edward abría la puerta para que el chico más joven pudiera entrar primero.

"No es necesario." Edward respondió secamente, caminando hacia un escritorio con un asiento vacío al lado de un estudiante que reaccionó con sorpresa cuando Edward Cullen, siempre tan reservado, se sentó a su lado.

Edward vio a Harry parpadear con sorpresa y un poco de dolor para sí mismo, su sonrisa muriendo lentamente, mientras se dirigía tentativamente hacia un escritorio vacío en la parte de atrás.

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Tic ... Tac ... Tic ... Tac ...

El sonido del reloj en la oficina de Carlisle.

Ping ... Ping ... Ping ...

El sonido de gotas de agua cayendo del grifo de la cocina.

Clack ... Clack ... Clack ...

El sonido de los tacones altos de Rosalie en el piso de madera.

Estos eran algunos de los sonidos que Edward, ahora acostado en el sofá de cuero de su habitación, podía escuchar gracias a su audición extremadamente aguda: una pequeña parte de su mente creaba un patrón de sonido para todo lo que escuchaba. Se quedó mirando el techo de su habitación, viendo con su aguda visión las micropartículas de polvo flotando en el aire mientras podía ver el brillo creado por los cristales de la araña, sus ojos rompiendo la luz en ocho colores - el octavo color no podía. ser capturado ni por los ojos ni por el equipo humano y Edward nunca pudo definir a qué color se parecía.

Estaba pensando en lo que sucedió antes, en la información que había leído en Internet, la información que él y Harry intercambiaron, sobre él y su familia involucrándose lentamente con los magos, sobre la muerte de Mike Newton, sobre el cadáver en el bosque ... .

Edward se rascó la frente al recordar la imagen mental del cadáver del niño, la crueldad en la que había sido ejecutado y especialmente en las circunstancias en las que fue encontrado, como si hubiera sido una especie de sacrificio de algún oscuro ritual, que era lo suficiente como para quedarse con una nube de desconfianza hacia los tres magos.

Tendría que hablar con Carlisle eventualmente, ver qué podía hacer al respecto y qué ...

Tic ... Tac ... Tic ... Tac ...