Beggin' | Bajifuyu

𝕬 𝖜𝖎𝖓𝖙𝖊𝖗 𝖉𝖆𝖞

Pequeños rayos de luz se filtraban por las cortinas a la habitación en ese día de invierno cuando las calles se teñían de blanco por un manto de nieve, Chifuyu se removió entre las sabanas debido al dulce aroma que inundo sus pulmones. Abrió los ojos lentamente, noto que se encontraba solo en la cama, parpadeo un par de veces para acostumbrarse a la luz y bostezo estirándose, jadeo cuando sintió una punzada en su cadera, maldijo a lo bajo y se puso de pie con cuidado, el dolor era soportable pero aun así estaba presente. Se acerco al armario del pelinegro para buscar algo de ropa para cubrirse, tomo una playera y un bóxer, se los coloco sin mucha prisa. Una vez termino a paso lento salió de la habitación dirigiéndose a la cocina donde provenía el delicioso aroma a comida, mentiría si dijera que no tenía hambre. Se recargo en el marco de la puerta, una sonrisa se formó en su rostro inevitablemente, pues Keisuke se encontraba de espalda preparando algo, tenía el cabello recogido en una coleta y un simple pantalón de pijama puesto dejando su torso al descubierto, un sonrojo se posó en sus mejillas cuando noto las pequeñas líneas rojas que adornaban la parte alta de la espalda del alfa, pues era obra suya. Los recuerdos de lo sucedido en la noche llegaron a su mente inevitablemente la forma en la que se había comportado con el Baji simplemente fue increíble, de verdad estaba tan enamorado de él. El mayor se giró con un sartén en la mano, notando la presencia del rubio en el proceso.

—Buenos días precioso. —Le saludo con una sonrisa mientras servía el contenido del utensilio a unos platos sobre mesa.

—B-buenos días Baji-san. —Respondió con timidez, le encantaba cuando el alfa le hablaba de esa forma.

—Prepare el desayuno. —Dijo dejando las cosas a un lado para luego acercarse al omega. —No se cocinar muy bien, pero espero que te guste. —Lo último lo menciono avergonzado, había aprendido a cocinar algo desde que su madre comenzó a viajar y lo dejaba solo. Aunque casi siempre terminaba comiendo Yakisoba o comida instantánea.

—Huele bien. —Le espeto mientras inhalaba el delicioso aroma, seguido se dirigió a donde estaban los alimentos que el mayor había preparado.

Había fruta picada con miel, una rebanada de cheesecake japones, dios, como amaba ese postre, era su favorito, también estaba servido omelett de huevo, jugo de naranja, una taza con leche de chocolate y otra con café. Se veía bastante bien, desconocía que el alfa tuviese esa habilidad para cocinar.

—¿De verdad preparaste todo esto tu solo? —Pregunto, definitivamente podría acostumbrarse a que lo recibiera así todas las mañanas.

—Si, me desperté temprano y creí que tendrías hambre. —El pelinegro tomo asiento en una de las sillas frente a la mesa y sujeto al omega para colocarlo sobre su regazo pasando uno de sus brazos por la cintura de este. —Sali a comprar un par de cosas ya que no había nada en la alacena. —Una sonrisa tímida se posó en el rostro de Chifuyu, estaba tan cómodo así. —Come lo que quieras Dulzura. —El alfa tomo la taza de café y la llevo a sus labios dando un pequeño sorbo.

—Gracias, Baji-san. —Murmuro tímidamente en repuesta.

Sin mucha prisa bebió el contenido de la taza sobrante, el dulce sabor inundo sus papillas gustativas. El alfa definitivamente lo conocía tan bien que sabia incluso la cantidad de azúcar que debía colocarle a la leche para que fuera de su agrado pues no le gustaba cuando esta era demasiado dulce o por el contario tenía muy poco sabor. Desayunaron en un silencio agradable, solo el ruido de la televisión de fondo se podía escuchar. Keisuke soltó una pequeña risa cuando se percato del que el pequeño omega rubio tenía sus mejillas rellenitas y un par de migajas en la comisura de sus debido a que estaba comiendo del cheesecake, Chifuyu se veía tan adorable, con su pulgar le retiro los rastros de comida y le pellizco su moflete sin mucha fuerza.