Capítulo 3

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- Muy bien... ¡Dinos! – Exclamamos Reki y yo.

- ¿Tan ansiosos están por averiguarlo? – Ya era abril y los estudiantes de grados mayores recibieron su examen para identificar su rango. Por lo que ahora Takumi se burlaba de nosotros en lo que comía un emparedado, él disfrutaba ver como moríamos de curiosidad.

- ¡Sí!

- Muy bien. Entonces regocíjense – Sacó un sobre doblado de su bolsillo y nos lo entregó con una sonrisa altanera pintando su cara.

Reki rompió el envoltorio y luego desplegó la hoja para por último tener un rostro de asombro – Vaya... Eres un alfa – Nuestro amigo pelirrojo comentó anonadado.

- Asombroso, ¿no? – Nos unió en un fuerte abrazo, acto que me incomodó bastante – ¡Soy un alfa!

- Felicitaciones – Lo congratulé; de hecho, ni siquiera me importó su resultado.

- Sí. Felicitaciones – Reki seguía hipnotizado en la escritura.

- Ahora solo quedan ustedes, chicos. No me defrauden – Desordenó nuestros flequillos y me lo acomodé, ya que detestaba el enredamiento de mis cabellos.

- Mis dos padres son betas, no hay posibilidad de que yo sea un alfa – Reki se deslizó en el muro tras su espalda a fin de poder esconder su rostro entre sus piernas una vez que llegara al suelo.

- ¡Oh! ¡Reki! – El pelimorado lo abrazó y lo apegó a él – No seas tan negativo. ¿Dónde está nuestro rayito de sol?

- No lo sé – Murmuró con un tinte de pena en su hablar.

- Reki, no es tan malo – También decidí confortarlo por medio de unas palmadas en su cabeza.

- ¡Exacto! Así que quita esa cara de amargado.

- Cállate – Le dio un débil golpe en su abdomen y fue a dejarse caer en mí.

- Recuerda lo que te dije – Comencé a estirar sus mejillas para intentar formar una sonrisa y borrar el puchero de su cara, pues mi padre efectuaba dicha técnica cada que me sentía triste.

- ¿Recordar que? – El pelimorado mostró interés ante mis palabras y me determiné en relatarle nuestra conversación, debido a que lo consideré como un tema muy ordinario.

- Si yo terminara siendo un alfa y él un omega, lo convertiría en mi pareja – Sonreí al ver que Reki se rio por las caras graciosas que le hacía.

- ¿Qué?

- Bueno-

- ¿Ustedes se gustan? – Se levantó con una expresión de enojo en su cara.

- No, pero-

- Entonces, ¿por qué le dices eso?

- ¿Por qué hablas así? – Reki salió a protestar por la subida de tono en el hablar de Takumi.

- ¿Por qué hablan ustedes así? No son pareja y tienen casi doce años como para no llegar hablar de esas cosas.

Iba a responderle, mas la campana del colegio nos sacó de la conversación.

- Vamos, Langa – Haló de mi mano con la intención de irnos.

- ¿Me van a dejar?... No puedo creerlo – Rudamente agarró su saco estudiantil y partió rumbo a su salón. Caminamos al nuestro y tomamos asiento en nuestras sillas. No podía evitar sentirme mal a causa de la idea de creer que fue por mi culpa de que nos encontremos peleados.

La desdicha de un amanecer (SK∞ the Infinity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora