Corrieron unos días desde mi visita a la casa de Reki y Takumi regresaría a comunicarse con nosotros para disculparse de la conducta de aquella vez. Él consideraba que no había mejor forma para excusarse que en el mismísimo patio escolar.
- Perdónenme. No pretendí actuar de ese modo – Supuestamente, la disculpa era dedicada para nosotros, pero más bien iba dictaminada a para Reki, puesto que únicamente se enfocaba en él – Lo siento.
- Sin rencores – Respondí desinteresado mientras comía uno de los bocaditos que la madre de Reki me regaló.
- Tienes razón. Hay que olvidarlo, per-
- ¡Gracias, Reki! – Bramó contento y se lanzó a envolverlo a base de un firme abrazo.
- Ja, ja, ja. Te olvidas de Langa.
- ¿Eh?... S-Sí – Nos miramos incómodos y se avecinó a proveerme uno distante a comparación al que le dio a Reki.
- Bueno, ya que arreglamos nuestro problema... Voy a comprar refrescos para celebrarlo. Ahora vuelvo – Deseé gritarle que no se fuera, mas mi voz nunca salió. Al final, lo único que se oía entre el pelimorado y yo fue el hablar de los demás estudiantes.
- ¿Y... es verdad lo que dijiste, Langa?
- ¿Qué?
- Recuerda lo que mencionaste en esa ocasión... ¿En serio piensas tener a Reki como tu omega?
- Sí. Claro, si expiro siendo un alfa.
- ¿Por qué?
- No puedo decirlo.
- Hmp. Que tontería. ¿Es porque se gustan? – En un intento de intimidación, se sentó a mi lado con un rostro lleno de molestia.
- No. Es algo más – Por nada del mundo le contaría el secreto que nos dijimos Reki y yo.
- ¡Sí! Entonces aún tengo suerte.
Envié mi visión a él debido a que sus palabras me tomaron de imprevisto – ¿Te gusta Reki?
- ¿No es obvio? Imaginé que estaba siendo muy honesto en relación con mi comportamiento hacia nuestro pelirrojo, Langa.
- A Reki no le gustas – Lo miré fijo a la vez que me observaba sonriente – En realidad no le gusta nadie.
- Porque todavía no está en la edad para enamorarse, pero eso no implica que no pueda conquistarlo desde ahora. ¿Por qué crees que lo trato muy bien?... Solo guardo mi lugar, no desearía que me lo quiten.
- ¿Será porque todos merecen ser tratados bien? Él te ve como su amigo, Takumi.
- Langa, suenas molesto – Rodeó mis hombros con engreimiento – No deberías estresarte. ¡Oh! Es cierto.
De su bolsillo retiró un pequeño papel y me lo entregó – Es tuyo.
- ¿Qué es? – Abrí la pequeña nota y di con un número de teléfono.
- Una compañera de mi salón está interesada en ti y me imploró que te lo entregara.
- Yo no quiero esto.
- ¿Pueden creerlo? No había refresco. Sin embargo, compré dulces – El rojizo que vino de sorpresa, nos entregó unos dulcecitos en nuestras respectivas manos.
- Que lindo eres, Reki – Ahora que reconocía sus verdaderas intenciones, no evitaba ver su muestra de "afecto" de una manera muy falsa.
Tras la "disculpa", retornamos a la rutina de ir al skatepark y de ningún modo perdía mi vista de los movimientos que cometía el pelimorado. Cuando nos despedíamos de Takumi, Reki me invitaba a su casa; específicamente en los días disponibles de mi madre. En una oportunidad expuso su deseo de conocer mi casa con una carita llena de ilusión.
ESTÁS LEYENDO
La desdicha de un amanecer (SK∞ the Infinity)
Storie d'amoreAnte el marchar de mi principal alegría, no fue muy complejo el tener que reconocer que se convertiría en mi mayor desconsuelo. ✔Los personajes no me pertenecen, sino a: Masanori Miyake, Kyōko Uryū, Subaru Tanaka y Akihiro Sotokawa. ✔Historia de mi...