Capítulo 8

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- ¡Gánale, Reki!

- ¿A quién estás alentando, Langa? Dijiste que serías neutro en cuanto a tu apoyo.

- Langa es mío, así que va a alentarme.

Transcurrieron unos minutos, el videojuego concluyó y evidenció en la pantalla del televisor al ganador, quien obviamente fue el pelirrojo.

- ¡Te gané! – Zarandeó al pelimorado y, entretanto, riendo de su victoria – Bajaste de rango, Takumi. 

- No te creas mucho. Me he apartado de los videojuegos a lo largo de estos meses – Abrazó al otro y le hizo cosquillas en su cintura – Ya verás. Te ganaré de nuevo, tonto.

- Ja, ja, ja, ¡Para! ¡Ayúdame, Langa!

Contrario a su pedido, retuve sus brazos para ayudar al pelimorado en su ataque. En consecuencia, Reki se retorcía graciosamente por el cosquilleo.

- ¡Déjenme! – Se deslizó a una dirección opuesta de donde nos ubicábamos. Él respiraba entrecortado en lo que me visualizaba con un puchero establecido en su rostro – Pude esperarlo de Takumi, pero tú... Langa, me traicionaste.

- Ven aquí – Extendí mis brazos con la esperanza de que viniera y me perdonara, pero me ignoró y fue a la cocina – Oye...

Lo imitamos, alcanzamos ver que posicionaba un bowl de frutas frente a nosotros. Empezamos a comer, mas caminé hacia Reki para molestarlo con la diadema que le obsequié; intentó fingir una torpe seriedad que no le duró mucho debido a mi cara.

- No pongas una cara tan graciosa, haces que sea imposible molestarme contigo. Ja, ja, ja. Eres un tontuelo – Me dio de comer una uva, luego lo hizo con él.

- Oigan – Fijamos nuestra atención en Takumi – Su examen de rango se realizará en unos días, ¿no?... ¿Están ansiosos?

- Por el momento, no – Respondí casualmente. Abrí mi boca por la otra uva que Reki me entregaba.

- Un poco.

- Tengo fe de que serán alfas, chicos – Rodeó la mesa y se acercó a palpar el cabello rojizo – Si resultas ser un omega, no dudes que me tendrás.

- ¿Y esperar a que me trates como a tus citas? No, paso.

- Eres muy duro, Reki. ¡Ah! Es cierto. ¿Quién te dio la diadema? – Tocó el accesorio con un desagrado que procuraba ocultarlo, mas no lo ejecutó bien.

- Langa.

- Ah... Es lindo – Surcó su mirada a mi persona – ¿No te costó mucho?

- No es muy apropiado mencionar el precio de un regalo.

- ¡Ja! Eso es ridículo. Dilo.

- Déjalo, Takumi. Además, Langa tiene un buen gusto, ¿verdad? Digamos que se volvió mi accesorio favorito – Realizó facetas graciosas para demostrar lo bien que le quedaba.

- ¿Y la cadena que te obsequié?

- Igual. ¡No te pongas celoso! – Apretujo las mejillas de un serio pelimorado – Ahora, regresemos a los videojuegos.

Reki salió primero del comedor; por ende, nos abandonó en un incómodo ambiente.

- ¿En serio no te gusta? – Entendía a qué se refería, sin embargo, me negaba a responderle – Perdón que piense de tal modo, solo que tu comportamiento me grita algo distinto.

La desdicha de un amanecer (SK∞ the Infinity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora