†Capítulo 06†

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 Su nombre me parece familiar y lo cierto es que no había escuchado de nadie que tuviese el mismo nombre, aún así trataré de recordar

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Su nombre me parece familiar y lo cierto es que no había escuchado de nadie que tuviese el mismo nombre, aún así trataré de recordar.

Es cómo si lo conociera de algún lado. ¿Será un oficial? ¿Algún jefe?

—Conozco una parte del bosque que es segura, hay podrás arreglar tu brújula-portal. —sugirió espavilandome—. Además eres un peligro andante, así qué mientras yo este aquí, evitaré que cometas otro
error. —concluyó con severidad.

 Después de su confesión, no dije nada más, y el tomó mi silencio cómo una clara señal para proseguir nuestro camino. No me pareció una mala idea; su forma de verme cómo un peligro, sólo me genera cierta intranquilidad.

 Eso crea dos sensaciones diferentes en mí: la primera es qué el piense que soy peligrosa, al punto de mantenerme en su campo de visión,y la segunda es que piense que soy un Umens inestable.

†††††

 Habíamos caminado por un largo tiempo en el bosque, así que no sabíamos las horas terrestres exactas, pero nos ayudábamos un poco mirando el sol, ya que este estaba un poco más de la mitad del cielo.

 Él nos guiaba a ambos, con cierta distancia el uno del otro, a la vez que nos adentravamos en el gran claro del bosque.

—¿Fénix? —murmuré para mis adentros tratando de recordar, pero siento que si me esfuerzo un poco más, me olvidaré por completo de hacerlo.

—¿Si? —respondió ladeando la cabeza con curiosidad.

 Mis ojos se agrandan a causa de la sorpresa que género el que me haya escuchado decir su nombre en voz baja, y el tiempo que he pasado sola hizo que me tomara la libertad de hablar conmigo misma, olvidándome de lo extra sensoriales que somos los Umens.

¡No puede ser! ¡Piensa en algo rápido!

—¡Linda chaqueta! —exclamo, soltando lo primero que se me cruza por la mente.

Él frunce el entrecejo serio y luego resopla, pero no comenta nada.

Suelto un suspiro profundo muy aliviada.

 Las vistas eran impresionantes, la naturaleza en este lado del bosque hizo sus maravillas; un césped verdoso, algunas flores blancas y lilas y un arroyo que de seguro conecta con el río, en el cual me bañe hace unos días atrás.

《Eso me recuerda que ya necesito otro》

—Ya llegamos. —anuncia soltando su mochila.

La Cazadora ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora