Capítulo 19 - Último acto

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Los despertaron los quejidos de Marcia. No solamente porque dormían en un estado de alerta, sino porque en verdad los sonidos que profería eran fuertes y denotaban sufrimiento. 

-¿Qué sucede ahora?- preguntó con molestia Johanna, sin dejar ver ni por un instante que tal vez la situación la preocupaba aunque fuera un poco.

La otra joven fue incapaz de responder, tan solo les dedicó señas con las manos para que no se preocuparan. Pero para Cato era inevitable. La observó y era impactante el cambio que había sufrido de la noche a la mañana. Parecía un cadáver. Sus ojos estaban apagados, los rodeaban ojeras de un tono enfermizo, su piel estaba de un color verdoso que acentuaba su palidez. Aquello no era normal. Pensó por un momento que tal vez la comida que les habían enviado estaba envenenada, pero nadie se sentía de la misma manera que ella. 

-Tenemos que ponernos en marcha con el plan- aún debían esperar el primer rayo que caería en el árbol para asegurarse de tener una hora completa para trabajar. Pero habían cosas de las que podían encargarse en ese momento. 

Todos se pusieron en marcha mientras Cato colocaba a Marcia con la espalda derecha contra un tronco, con la esperanza de que la ayudara a mantener una mejor respiración. Le besó la frente y se dedicó a ayudar a sus aliados, después de escuchar como ella le decía en un susurro que pronto estaría mejor. Cato no estaba tan seguro, pero esperaba que así fuera. 

Se ocuparon de ingerir el alimento que les quedaba. Si todo salía bien no necesitarían más de esa comida, y si todo salía mal de seguro no volverían a comer nunca más. Además, se quitaban de encima el peso de su cargamento, lo que suponía un menor cansancio. 

Ordenaron todo lo que necesitarían y se dispusieron a pensar de qué manera formarían grupos para llevar a cabo el plan. A pesar de que ya habían hablado de esto antes, Cato no se sentía cómodo con dejar que Marcia se fuera con Johanna a colocar el cable. Y era evidente que ella se sentía aún más incómoda. No le gustaba mentirle, pero era necesario para que todo saliera lo mejor posible. Solo podía esperar que Johanna fuera de confianza, y en caso de que no, que Marcia se sintiera lo suficientemente bien como para defenderse. 

Al instante en que cayó el rayo por el que esperaban se pusieron manos a la obra. Para su suerte no tendrían que enfrentarse a las consecuencias del rayo correspondiente a la sección del área en la que se encontraban. 

Marcia, que se había recuperado lo suficiente como para cumplir con su parte, se despidió con un beso de Cato. Tenía una extraña sensación en el pecho que no se debía al dolor que estaba sufriendo, era una sensación. Algo en el fondo de su mente le decía que no se alejara de Cato, ni por un solo instante. Algo le decía que si lo hacía, no volvería a verlo jamás. No podría aceptar perder a Cato.

-¿Y si Finnick ayuda a Johanna?- propuso en un intento desesperado, aferrada con sus brazos el firme torso de su amor. 

-Ya hablamos esto, princesa, vamos debes ir, no podemos perder ni un minuto- Cato no comprendía que estaba sucediendo. Claro que él tampoco quería alejarse de ella, pero todos tenían un plan y estaban comprometidos con ello. Este no era el momento de dudar, era el momento de actuar. 

-Cato...no, no puedo, tengo que quedarme aquí contigo

-No lo hagas más difícil, por favor. Te prometo que estaremos juntos pronto, saldremos de aquí y te daré todo lo que te mereces, seremos felices juntos. Seremos felices y conoceremos a nuestro bebé, y podremos seguir haciendo los bebés más hermosos de todo Panem- a pesar de que sus palabras formaron una sonrisa en el rostro de la joven, no fue suficiente para convencerla. Nunca había sentido algo tan fuerte que le indicara qué era lo que debía hacer. No creía que debiera cuestionar aquello que estaba sientiendo.

➳ Again ➳ Cato Hadley & Marcia Prohace ~ Segunda Temporada LITHGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora