Capítulo 18 - El plan final

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El camino comprendido entre la Cornucopia para obtener el alambre, y el árbol que marcaba la hora, conllevó la muerte de Cashmere y Gloss, con los que se habían enfrentado anteriormente. Al parecer el refugio de los hermanos era la Cornucopia, pero no habían sido muy inteligentes en quedarse allí después de un primer enfrentamiento. Además de que el primer encuentro no los había dejado muy bien parados, ambos estaban heridos. Sin duda eran fuertes, porque no murieron sin pelear. 

Los aliados no demoraban su viaje. Al momento de tener el objeto en su poder, continuaron caminando a paso firme en busca de llegar al dichoso árbol. No era sencillo seguir un camino recto, no solo por los obstáculos y el terreno, sino también porque desde el suelo no lograban ver a la distancia. No fueron pocas las veces en que se desorientaron y tuvieron que trepar a las ramas de un árbol para encontrar su destino y redirigir sus pisadas. 

El trayecto era agotador, para todos. Sin embargo, era evidente para todos que Marcia no se encontraba bien.

-Puedo cargarte si quieres- le ofreció Finnick, siendo más amable de lo que lo hubiera creído posible.

-No es necesario, estoy bien- ella lo ignoró el ofrecimiento, quería convencerse a sí misma de que podía continuar, de que seguía fuerte.

Finnick y Cato compartieron una mirada. Debían aprovechar el tiempo que les ponía a favor que ella siguiera adelante por ella misma. No sabían qué sucedería más adelante, y debían guardar sus energías en caso de emergencia. Mientras, Johanna rodaba los ojos con fastidio. En todo el viaje no había parado de expresar su molestia, su deseo de matar a todos en el Capitolio, pelear con Beetee a pesar de que él la ignoraba. El ambiente se volvía cada vez más denso, más tenso. Todos necesitaban que todo terminara pronto. 

La noche anterior habían observado la lista de caídos y sacado cuenta de cuantos quedaban vivos. Llegando a la conclusión de que estaban acompañados únicamente por Enobaria y Brutus. Nadie decía nada, pero los desconcertaba que Enobaria no se hubiera unido a ellos hasta el momento, era sospechoso.

Finnick, Johanna y Cato tuvieron una conversación cuando vieron a Marcia dormida. Beetee era parte del plan, pero estaba herido, por lo que su situación era algo que estaban considerando también. En esas palabras intercambiadas acordaron que tenían que ser muy conscientes de conservar la energía. Todos debían ser capaces de defenderse ante un emergente. Cato les recordó quien era realmente el enemigo, no podía permitirse que sus aliados se volvieran contra él ahora que estaban acercándose cada vez más al final. Les recordó además a quién debían proteger, si lo querían a él para apoyar su rebelión, Marcia debía estar sana y salva a su lado. Johanna había reído con ironía ante ese recordatorio, era evidente para todos que no era fanática de la presencia de Marcia y de tener que protegerla. Sin embargo, no dijo nada en contra. En el fondo, no quería que nadie más inocente tuviera que morir en esos juegos, estar loca no te vuelve insensible.

Cato suspiró porque sabía que Marcia no estaba bien en ese momento. Pero agradeció nuevamente como ella se antepuso a su inseguridad y se mostraba decidida a sobrevivir y ayudarlos a sobrevivir. Se acercó a ella para colocar una mano en su espalda y acompañarla en el transcurso. La calidez de su mano la hizo sentir reconfortada, la fortaleció. Por que lo cierto es que sentía que su cuerpo estaba abandonándola, que ya no quería seguir adelante. No quería decir nada de cómo realmente se sentía porque preocuparía a Cato y haría la situación más compleja.

Sentía que los huesos le pesaban, perecía que sus órganos arrastraban consigo la estructura que los mantenía en su lugar, y no al revés. Sentía que la sangre le hervía, percibía como pasaba por sus venas y le dolía. Las náuseas le encendían en fuego su estómago, contenía las ganas de detenerse y ponerse a vomitar hasta morir allí mismo. Y, aunque su sangre hervía, su cuerpo se sentía helado. Sus manos temblaban, aunque se esforzaba en disimularlo, y sus ojos veían solo sus cercanías. Tenía un gusto metálico en la boca, quizá por morder el interior de sus mejillas inconscientemente.  Lo que hacía todo más difícil es que su respiración se volvía dificultosa. 

➳ Again ➳ Cato Hadley & Marcia Prohace ~ Segunda Temporada LITHGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora