SEMAFORO

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Observo los pendientes que me dio Sebastián pensando en que no son del estilo de Seri, además de que son muy pequeños. Frunzo el ceño tratando de descifrar que es lo que está sucediendo. Recuesto la cabeza en el asiento mirando al techo del avión pensando en ella, en lo feliz que fui cuando estuve a su lado y lo imbécil que fue al renunciar a ella sin siquiera intentarlo.
- Señor estamos por aterrizar – escucho a la azafata haciendo que me vuelva a ver por la ventana el hermoso día que hace en Seúl.
- ¿mi auto ya me espera? – pregunto guardando en mi bolsillo el estuche de los pendientes.
- Si señor – responde dejándome solo.
Cuando aterrizamos bajo rápidamente del avión viendo que efectivamente el auto ya espera por mí. Sonrió al ver el hermoso Audi R8 en color plata, uno de mis favoritos. Sin perder más tiempo me subo saliendo del hangar rápidamente en dirección a la mansión de los Wang.

Atravesando la ciudad recuerdo los maravillosos momentos que pase aquí, lo feliz que era y no lo sabía

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Atravesando la ciudad recuerdo los maravillosos momentos que pase aquí, lo feliz que era y no lo sabía. Suspiro deteniéndome en un semáforo en rojo, de repente el rugido de una moto llama mi atención y más cuando esta se detiene junto a mí. Al volverme a verla sonrió al ver al conductor vestido completamente de negro, lo que me recuerda a mi hermana.

Salgo de mis pensamientos al ver la moto acelerar, me vuelvo a ver el semáforo que ha cambiado a verde por lo que retomo mi camino hasta que unos minutos después llego a la entrada de la mansión Wang donde luego de unas preguntas me dejan pasar

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Salgo de mis pensamientos al ver la moto acelerar, me vuelvo a ver el semáforo que ha cambiado a verde por lo que retomo mi camino hasta que unos minutos después llego a la entrada de la mansión Wang donde luego de unas preguntas me dejan pasar.
Al llegar a la entrada aparco el auto viendo que aparece Seri por un costado junto a Baek que sostiene en brazos un bultico blanco. Bajo del auto viendo como abren sus ojos como platos al tiempo que el sonido de una moto rompe el silencio.
- ¿Qué haces aquí? – pregunta Seri preocupada acercándose a mí, me vuelvo a ver la moto viendo que se trata de la misma que se detuvo junto a mí en el semáforo. – debes irte – dice ella empujándome para que vuelva al auto.
- Necesito hablar contigo – trato de hablar viendo que el piloto de la moto se baja de está acercándose a nosotros.
- Luego, solo vete – dice ella lo que llama mi atención ya que jamás se ha comportado de esa forma.
- ¿pasa algo, mamá? – dice el piloto llegando hasta nosotros quitándose él casco. Abro los ojos como platos perplejo al verlo al tiempo que Baek se acerca a nosotros dejándome ver que lo que tiene en sus brazos es una bebé bellísima.

- ¿Qué está pasando? – pregunto mirando al chico junto a Seri y luego a la bebé

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- ¿Qué está pasando? – pregunto mirando al chico junto a Seri y luego a la bebé.
- ¿Por qué estás aquí? – pregunta ella molesta – Seung, lleva a tu hermana adentro. Tu tío y yo arreglamos esto. – veo que el chico toma la bebé con intensión de irse, pero lo detengo.
- Espera – digo a lo que él enarca una ceja - ¿Qué edad tienes?
- No respondas hijo – dice ella lo que lo confunde.
- Quince años – siento que el aire abandona mis pulmones al darme cuenta de la realidad.
- Eres... - comienzo hablar sin poder completar la frase por lo que me vuelvo a ver a Seri – es...
- Seung ve a dentro – ordena su tío a lo que él asiente dejándonos solos. – debes irte – me dice Baek furioso.
- No te metas en esto – digo a lo que él me da fuerte puñetazo.
- No tienes derecho de estar aquí, ni hacer lo que pensabas hacer – dice golpeándome de nuevo.
- Es mejor que te vayas – dice Seri interponiéndose entre los dos.
- Debemos hablar – digo viendo que le hace una señal a su hermano para que nos deje solos y este lo hace. – me debes una explicación.
- ¿una explicación? – pregunta dándome una bofetada – una explicación ¿de qué?
- Ese chico es mi hijo – digo mirándola a los ojos a lo que ella ríe.
- En realidad, los dos son tus hijos – habla a lo que yo abro los ojos como platos – hace dieciséis años que huiste como un cobarde estaba embarazada y hace un año me embarazaste de nuevo.
- Esto cambia todo – digo tratando de reaccionar.
- Esto no cambia nada – responde ella haciendo que caiga en cuenta de algo.
- ¿Sebastián lo sabía? – pregunto a lo que ella sonríe cínica negando con la cabeza.
- Por eso estas aquí ¿no? – dice haciendo que me enfurezca – tu tomaste una decisión, yo la respete y te pido que hagas lo mismo.
- Seri... - trato de hablar, pero ella niega con la cabeza.
- Nosotros solo debemos tratar asuntos de negocios – habla ella observándome con frialdad – todo lo referente con MIS hijos, no te concierne.
Sin más se da la vuelta entrando a la casa dejándome solo tratando de procesar lo que acaba de suceder. Respiro profundamente cuando ella entra a la casa, por lo que decido irme por el momento, me subo al auto saliendo de allí rápidamente.
Conduzco por la ciudad hasta sin saber qué hacer, por lo que decido ir hasta un bar donde comienzo a beber pensando en mis hijos. La imagen de Seung al quitarse el casco viene a mi mente haciéndome sonreír, ese chico es un Rivera ya que es igual a nosotros en muchos aspectos, aunque solo lo he visto por otro lado mi hija es bellísima igual a su madre. Los ojos se me llenan de lágrimas al recordar las palabras de Seri y sé que tiene razón, fui un cobarde al luchar por ella. Por esta estúpida decisión me perdí gran parte de la vida de mi hijo y ahora me estoy perdiendo los mejores momentos de mi hija. Dejo que las lágrimas salgan libremente mientras continúo bebiendo hasta que siento que alguien se detiene junto a mí.
- Quiero que vuelvas a Madrid – me vuelvo al ver a Seri quien me observa. Sonrió al ver que se cambió, ahora esta enfundada en un vestido blanco dejando ver su ropa interior negra, veo que trenzo su cabello a un lado.

- Jamás deje de amarte

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- Jamás deje de amarte... 

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