BARATRO

LO ES TODO

Atravieso la casa caminando a la habitación donde se encuentra mi hermano aun recuperándose de lo que sucedió. Siento mi celular vibrar por lo que lo tomo antes de entrar viendo que es un mensaje de Seri informándome que ya han aterrizado en Seúl.
Ya han pasado algunos días desde el ataque y aunque todos los hemos quedado en Madrid, pero cuando el señor Wang se enteró de la muerte de Eun-ji pidió a sus hijos que volvieran y llevaran con ellos el cuerpo de su sobrina, por lo que tuvieron que viajar. Le respondo el mensaje antes de entrar a la habitación donde veo a Inna sentada a los pies de la cama observando a su esposo como cada día desde que llegamos.

- ¿Por qué no vas a Sicilia? – pregunto llegando hasta ella poniendo una mano en su hombro – Piero te necesita – ella pone su mano sobre la mía levantando la mirada para verme a los ojos.
- Lo que voy a decirte puede sonar cruel, pero en este momento no hay nada más importante para mí que Sebastián – responde a lo que yo asiento con la cabeza – cuéntame ¿Cómo te sientes al saber de la existencia de tus hijos?
- ¿sabías de ellos? – pregunto caminando hasta la pequeña sala que hay dentro de la habitación observándola.
- Tu hermano y yo no tenemos secretos – responde sin más encogiéndose de hombros.
- ¿Por qué le preguntaste de quien era hijo? – pregunto a lo que ella sonríe negando con la cabeza.
- Solo dije en voz alta lo que los demás estaban pensando – niego con la cabeza sonriendo.
- ¿me acompañas a la ciudad? – pregunto haciendo que se vuelva a verme curiosa. – necesitas despejar un poco tu mente, él estará bien y tu podrás tener un poco de aire fresco.
- ¿A dónde iríamos? – pregunta ella aceptando
- De compras – respondo haciéndola reir.
- ¿de compras? ¿comprar qué? – vuelve a preguntar poniéndose de pie dando unos pasos hasta la cabeza de mi hermano dejando un beso en esta.
- Cualquier cosa – respondo poniéndome de pie observándola caminar fuera de la habitación, una vez fuera la veo hablar con las enfermeras antes de continuar caminar hasta la habitación que comparte con mi hermano – te espero en la entrada.
- Voy por mi abrigo – dice sonriendo a lo que yo asiento con la cabeza continuando mi camino. En la entrada me encuentro con Antonio y Pavel hablando.
- Voy a salir con Inna – hablo a lo que ellos me observan asintiendo con la cabeza.
- Necesita despejarte un poco – habla Pavel metiendo una de sus manos en su abrigo - aunque Sebastián esta mejor, Inna ha tenido unos días un poco difíciles. – veo que saca su billetera y me extiende su black card haciéndome reír.
- No es necesario – niego con la cabeza viéndolo enarcar una ceja – puedo costear cualquier capricho de mi cuñada – hablo haciéndolos reír.
- Quiero una isla – habla Inna haciendo que nos volvamos a verla con el abrigo en su mano y en la otra su bolso.

- Elige y será tuya – decimos Pavel y yo al unísono a lo que todos reímos, la vemos ponerse unos lentes de sol saliendo de la casa y yo tras ella.
Vamos hasta el estacionamiento donde elegimos un auto, abro la puerta del copiloto para ella, luego rodeo el auto entrando y en instantes nos ponemos en marcha.
- ¿puedo hacerte una pregunta? – pregunta Inna a lo que me vuelvo a verla asintiendo con la cabeza - ¿Qué paso con Seri? – volviendo la atención al camino. Mientras conduzco lo hago con precaución, puede que conduzca bien, pero en este momento junto a mi va lo más preciado en la vida de uno de mis hermanos, por lo que debo tratarla con suma delicadeza, como sé que Sebastián trata a Seri.
- No confíe lo suficiente en su amor por mí, ni en el mío por ella – respondo deteniéndome en un alto – no confié en mi familia y escape como un cobarde, sin saber que estaba embarazada y por esa cobardía me perdí gran parte de la vida de mi hijo mayor.
- ¿la amas? – pregunta a lo que yo sonrió poniendo el auto en movimiento.

- Desde el primer instante en que la vi – respondo mientras a mi mente viene el recuerdo de aquel día - en el momento en que la vi sube que ella se convertiría en mi mundo. Me equivoque y la lastime, pero es algo que jamás volveré hacer.
- ¿Por qué dices que no confiaste en tu familia? – pregunta Inna observándome con curiosidad.
- Los Wang han sido la dinastía más fuerte de corea del sur – ella asiente con la cabeza al tiempo que entramos a un estacionamiento. – el día que lo arruine todo, la escuche hablar con su padre sobre el matrimonio entre ella y On Jing, algo que fortalecería tanto la organización coreana como la china...
- Eso sería algo grande – responde ella mientras estaciono el auto – una asociación como esa sería tan poderosa como la de los demonios – bajo del auto rodeándolo para abrirle su puerta, cuando ella baja le ayudo a ponerse el abrigo antes de continuar caminando – cuando escuche la conversación con su padre me sentí insignificante y creí que los Rivera no eran dignos de una unión como el matrimonio con los Wang, por eso hui.
- Que idiota – habla ella divertida.
- Cada día durante años, mi principal motivación fue poder – me detengo observándola – el poder suficiente para estar a la altura de los Wang.
- Irónico ¿no crees? – comenta a lo que yo enarco una ceja - ahora indirectamente eres familia de los demonios – habla ella continuando nuestro camino.
- ¿Por qué no la buscaste antes? – sonrió ampliamente deteniéndome frente a una joyería.
- Miedo a su rechazo – respondo retomando el paso – nunca dejé de amarla, durante mucho tiempo luego de irme estuve sumido en una profunda oscuridad, hasta que conocí a Andrea quien apaciguo un poco el dolor de no tener a Seri en mi vida, pero toda esa oscuridad se esfumo al instante cuando ella regreso a mi vida.
- Hace poco leí algo que al escucharte vino a mi mente – dice mientras entramos una tienda – amar no es nada, ser amado es algo, pero amar y ser amado por la misma persona lo es todo...