Insanía de tristeza y deseos.

8 2 0
                                    

Capítulo IV

El amor es ternura infinita...el amor es la vida que palpita en cada átomo como palpita en cada sol."

Samuel Aun Weor.


Luego de divagar entre mis profundos recuerdos pasados, y haberme sometido a un tormento qué perpetraba mi corazón de manera tan lamentable, me pregunté a mi misma entre la mitad de aquella multitud.



-¿Cuanto tiempo ha pasado desde entonces?


Susurré con la mirada abajo, siguiendo adelante sin algún sentido.



Pero, me detuve entonces, en la mitad de la avenida, cuando fue allí qué escuche una voz, a una persona llamar por mi nombre.



-"¿Nagisa?"



No quería voltear a ver, ni por más que fuera algo importante, realmente, estaba desolada y sin ganas de querer establecer una riña, pues por el momento todo me daba a que soy enemiga de todos, que el mundo tiene algo en contra mía o qué, la muerte esta aquí, en mi sombra.



-Ah, Nagisa, eres tú. Me tenías preocupada cuando oí que dejaste el colegio.



Sin embargo, allí se fueron mis preocupaciones diminutas, lo que entonces voltee a ver quien era el me qué hablaba.



-Vaya que cara Nagisa...¿sucede algo?



Lo olvidaba.



-No...¿qué haces aquí?


Pregunté, confundida.



-¿Eh? Pues estamos en medio de una avenida con una multitud de personas, es normal verme por aquí, además, estaba de dirigiéndome a un restaurante, ¿quieres venir?



-Ah, lo siento, no...estoy un poco atareada.



-Jajaj, entiendo, acompañame un momento, tengo una graaan idea.



Luego de unas horas, aún no podía creerme lo que pasaba, y también, lo olvidaba, el era un "amigo" de clases, que, había olvidado junto con él y todo lo del pasado hasta hace unos momentos.


Luego de que el me prestará su baño qué fue por cierto, relajador y refrescante, también me presto la ropa de su hermana en secreto, imaginaba ya si su hermana se diera cuenta, este sería fuertemente regañado. En fin, raramente, me quedaba algo apretado, pero eso le daba el toque, lo que me quedo exacto y bonito.


Finalmente, fuimos entonces al restaurante hablando en el camino todo tipo de cosas, mayormente del colegio, en lo que me contó que había hecho nuevos amigos, recordando tales momentos, fue entonces donde en mi brotó una singularidad qué hizo darme melancolía, pues recuerdo que a pesar de mi soledad y frialdad, este era el único que soportaba mi cortantes respuestas e ignorancia, eludiendo así cada respuesta qué incluso refutaba a aquellos que me discriminaban, ciertamente, si lo pensará más a profundo, tendría un parecido a mi fiel y único compañero, Tony.


Tratando de evadir tales calvarios llenos de dolor del pasado, habíamos llegado al lugar esperado, nos sentamos en una mesa pero me sentía incómoda, estaban sus amigos y eran varios, en realidad, no sabría como actuar pues pequeñas facciones de mi rostro estaban en las noticias y la policía federal, incluyendo investigadores y militares estaban detrás de mí, podrían, en cualquier momento, con cualquier cámara de la ciudad o establecimiento al que vaya, identificarme y rastrearme, la tecnología actual de los humanos era escalofriante.

Vampire Kleanup!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora