En el cual..
Tres hermanos viajan a Italia y termina con ellos conociendo a sus almas gemelas.
𝑯𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂
DESPUÉS DE CREPÚSCULO.
Oc x Reyes volturi
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Aparcado fuera de la escuela estaba el mismo coche elegante en el que viajaba esta mañana.
No pude ver quién estaba en él debido a los vidrios polarizados.
Una vez que estuve bastante cerca, la ventana del lado del pasajero se baja, revelando que Félix estaba sentado en el asiento del conductor, con una capucha que le cubría la cabeza.
No había nadie a su lado, así que abrí la puerta del pasajero y entré, cerrando la puerta de golpe detrás de mí.
Sube la ventana antes de salir a toda velocidad del estacionamiento.
"¿Eres ahora mi chofer personal?" Yo bromeo.
Félix se ríe, "Lo soy, mi Reina". Responde con el mismo tono de broma que yo.
Me reí disimuladamente, hablando después de recuperar la sobriedad, "Podría haber tomado el autobús, ya sabes".
No quería que ninguno de los guardias sintiera que tenían que hacer cosas como esta por mí.
"Realmente no me importa, no te preocupes". Me lanza una sonrisa, mostrando sus dientes anormalmente blancos.
"Si tú lo dices." Yo respondo.
Pasé el resto del viaje a casa hablando con Félix sobre cosas al azar.
El coche se arrastró lentamente hasta detenerse en el camino de entrada, le agradezco a Félix antes de salir del coche y entrar en la casa.
Me quito los zapatos después de cerrar la puerta detrás de mí.
Camino más adentro de la casa, girando hacia la sala de estar.
Jane y Kolton se sentaron en el sofá, riéndose de algo.
Kolton faltó a la escuela hoy para pasar el rato con Jane, su alma gemela. Algo que desearía poder hacer.
Jane me mira por el rabillo del ojo y rápidamente se levanta del sofá, su sonrisa cae ligeramente.
"Mi reina." Ella inclina la cabeza hacia abajo, su voz no suena tan sin emociones como antes en Volterra.
Le sonrío y me dejo caer al otro lado de Kolton, "Hola, Jane".
"¿Quieres que consiga a los maestros?" Ella pregunta.
Asiento, "Si no es demasiado problema, por favor".
"No lo es." Ella dice con una leve sonrisa antes de desaparecer.
Lentamente vuelvo la cabeza hacia Kolton, que parecía estar luchando contra una sonrisa.
Le doy un codazo y le sonrío, moviendo las cejas burlonamente.
Pone los ojos en blanco y se burla: "Lo juro, mentalmente tienes diez años".
"Oh, cállate..." Me detuve en medio de un insulto cuando se oyeron los sonidos de los zapatos contra el piso de madera.
