𝟑𝟕

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Los siguientes días  estuvieron llenos de más radiografías, pruebas y fisioterapia para ayudar a Isadora con el dolor que sentía cada vez que intentaba caminar o incluso sentarse en la cama

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Los siguientes días estuvieron llenos de más radiografías, pruebas y fisioterapia para ayudar a Isadora con el dolor que sentía cada vez que intentaba caminar o incluso sentarse en la cama.

La gasa grande estaba ahora fuera de su cuello, dejando la herida cosida a la vista. Le quitaron las vías intravenosas que sobresalían de su brazo hace solo dos días y dejaron atrás la medicación para el dolor que le estaban dando.

Estaba leyendo un libro aburrida cuando entró su médico, sonriéndole alegremente. Deja su libro y le devuelve la sonrisa.

"Tengo una gran noticia, Isadora. Parece que te está yendo bien, tan bien que de hecho podrás irte a casa pronto". Él dice, sonriendo aún más que antes. "Íbamos a mantenerte aquí unos días más, pero te estás recuperando excepcionalmente bien".

Isadora suspira aliviada. Estar en el hospital era a la vez molesto y agotador. Tener gente irrumpiendo en su habitación del hospital a las tres de la mañana era más molesto que cualquier otra cosa. Las pruebas y el hecho de que ella empujara su cuerpo para que volviera a la normalidad fue muy agotador. Entonces, escuchar que ella podría irse pronto es una gran noticia.

"Sin embargo, tendrás que volver al hospital varias veces al mes para fisioterapia y chequeos. Te recetaré algunas dosis bajas de analgésicos. Debes aplicarte hielo en la espalda durante al menos una hora todos los días durante algunas semanas", informa antes de sacar un papel de su portapapeles y colocarlo en la mesa junto a ella, "escribí todo lo que te acabo de decir, por si lo olvidas".

Isadora toma el periódico y asiente. "Entonces, ¿cuándo me voy?"

"Con suerte en unas horas. Haré que tu hermana firme el formulario de autorización". Dice, despidiéndose y saliendo de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.

Isadora sonríe, "Por fin", respira, "este lugar es deprimente".

"¿De verdad es tan malo?" Pregunta Marcus desde la silla junto a su cama.

"Sí." Ella asiente con rigidez, "Y huele mal, demasiado limpio".

"¿Demasiado limpio?" Caius hace eco, "¿cómo puede algo estar 'demasiado limpio'?" Él pide.

"¿Debo explicarte todo?" Pregunta con sarcasmo, él pone los ojos en blanco. "Simplemente no me gusta el olor a desinfectante", arruga la nariz, "es asqueroso".

"Eres rara." Él murmura.

Isadora le lanza una mirada burlona, ​​"Cállate, Cenicienta".

Antes de que Caius pudiera responderle, el sonido de los tacones golpeando el suelo se acerca más y más hasta que Meredith está parada en la puerta con una gran sonrisa plasmada en su rostro.

"Acabo de firmar tu autorización y envié a Demetri a buscarte algo de ropa". Ella le dice a Isadora. "Estarás fuera de aquí y lejos de esa bata de hospital muy pronto."

Devota (Reyes Volturi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora