Prólogo
Camino a paso apresurado sintiendo las lágrimas bajar por mis mejillas. Miro atrás y asegurándome de que no hay nadie siguiéndome, me adentro en un callejón y me dejo caer despacio hasta que mi trasero toca el suelo.
Hago una mueca de dolor.
Mi espalda arde, mis brazos duelen, mi cuello duele.
--Duele... --murmuro para mi misma y abrazo mi cuerpo con mis brazos marcados por mordidas.
Lograr salir de aquel lugar fue difícil, más cuando ellos pueden detectarme a kilómetros por la sangre que desprenden mis heridas. Aunque esta vez, fue distinto, no había ninguno cuidando la puerta, como si ellos me hubiesen dejado ir.
No.
Niego con fuerza.
Ellos no me habrían dejado ir por más que yo quisiera. No cuando tengo algo que les gusta, que les atrae, que les vuelve loco según ellos.
No estaré libre por mucho tiempo...
Soy realista con mi pensamiento. Nací para ellos, para saciar su hambre.
Un sollozo escapa de mis labios, subo mis rodillas hasta pegarlas a mi pecho y las rodeo con mis brazos, tratando de mantenerme caliente con el calor de mi cuerpo. La noche es fría, demasiado y mi cuerpo solo lo cubre un vestido muy fino color rojo, sin mangas, lo que les daba la posibilidad de disfrutar de mi todo lo que quisieran, mis pies están descalzos y magullados por la huida.
Me fijo en las marcas en mis brazos. Mordidas, mordidas profundas y dolorosas. Un hilo de sangre sale por cada una de ellas y bajo la cabeza sintiendo más lágrimas salir.
Dos años encerrada en aquel infierno. Siendo alimento de criaturas asquerosas, viendo como sus ojos brillantes me miraban con diversión y deseo mientras sus colmillos se encajaban en mi piel.
Yo era alimento de seres sobrenaturales, de bestias con forma humana.
Sí, de esos que se llaman Vampiros.
--Buenas noches, belleza --una voz profunda y masculina alerta mis sentidos y me levanto de inmediato, un quejido sale de mis labios por el movimiento brusco, mis pies palpitan de dolor--. No temas --vuelve a hablar.
Esa voz no la conozco. No es ninguno de ellos.
--¿Quién eres? --pregunto en un susurro, miro a los lados pero no veo a nadie-- Por favor, déjeme ir --suplico caminando con cautela, separándome de la pared.
--¿Dejarte ir? --cuestiona muy, muy cerca de mi cuerpo, siento un tono de burla en su voz, luego ríe y los vellos de mi cuerpo se erizan al sentir una respiración en mi cuello-- No puedo hacer eso --susurra en mi oído y mi cuerpo comienza a temblar.
--No... --murmuro bajo sintiendo sus labios pasearse por dónde hay marcas de mordidas-- Por favor --suplico sin poder moverme, mi cuerpo está paralizado por el miedo, las lágrimas no dejan de bajar por mis mejillas.
--Mira lo que te han echo --susurra ignorando mis suplicas, una mano se coloca un mi cuello, tocando las heridas--, te han marcado con sus asquerosos colmillos --mueve su mano con cuidado y cierro fuerte los ojos, presa por el miedo.
Es un vampiro...estoy segura.
--Por favor...
--No te preocupes --susurra y siento que deja un beso detrás de mi oreja, sollozo--, yo te cuidaré mejor --asegura y sus manos rodean mi cuello.
Un suspiro abandona mis labios, lista para aceptar mi destino. Escapé de ellos, y ahora, otro vampiro me tiene en sus manos, seré su comida o tal vez, me mate.
--Si vas a matarme, hazlo ya --susurro apretando los labios, él ríe, su risa es ronca, oscura.
--No voy a matarte, belleza --dice bajo y deja otro beso detrás de mi oreja, siento como sus labios van descendiendo hasta mi hombro, donde hay otra marca, deja un beso ahí y luego expulsa el aire, haciendo que mis piernas tiemblen--. Hueles tan bien --susurra--, ya puedo imaginarme tu sabor. El mejor de todos.
--Si no vas a matarme, ¿Qué quieres de mí? --pregunto bajo, la poca fuerza de mi cuerpo comienza a pasarme la factura y mi visión comienza a tornarse borrosa.
--Que pregunta más tonta --bufa divertido--. Quiero tu sangre, belleza --musitó y cierro mis ojos, todos quieren mi sangre.
--Eres igual que ellos --espeto bajo, parpadeo con lentitud.
--No, no lo soy --sonríe contra mi cuello--. Soy mejor que ellos.
Dos puntas afiladas pasean por mi cuello y luego se encajan con una lentitud dolorosa. Un gemido de dolor abandona mis labios y eso fue suficiente para que mis ojos se cierren y caiga inconsciente.
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Hola hola!
Este es un proyecto que tengo desde hace bastante tiempo en el Borrador porque fue víctima de mis pocas ganas de escribir.Espero que les interese y así tal vez, pueda seguir adelante con ella.
Muchas gracias y besos!
Liz_Alva
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Mi Sangrienta Adicción [Park Jimin]
VampiroNae Ri tiene algo en su cuerpo que llama la atención a esos seres oscuros que todos conocen como vampiros. Dos años encerrada en algún lugar desconocido, recibiendo malos tratos, siendo solamente alimento, una carne más que morder. Y cuándo logra sa...