De alguna manera, me había trasladado de nuevo a aquel ambiente que no me gustaba para nada. Incluso creo, que si fuera el último lugar del planeta disponible para pasar un día entero, yo me suicidaría. Ni siquiera soportaría lo que tuve que soportar aquella noche.
Tragué saliva, frotándome el cuello y automáticamente sintiendo la tensión y el sudor que el ambiente habían provocado en mí. Los estéreos escupían de nuevo esa canción de Fall Out Boy que solía cantar a gritos en el pequeño ático que era mi habitación.
Estaba de vuelta en aquella calle atestada de adolescentes borrachos y colocados gritándome en el oído; de nuevo me encontraba con una libertina Blake, sosteniéndome de la mano y gritando cosas obscenas hacia el muchacho de ojos verdes, que rebotaba su mano repetidas veces en el rostro de un chico.
Los alaridos por parte de la víctima eran insoportables, incluso parecidos a los quejidos desgarradores que provenían de las pequeñas bocas de las langostas cuando las arrojan vivas a una cacerola con agua hirviendo dentro. Y no era muy diferente, de hecho.
Pero la voz de este muchacho era totalmente diferente, no podía dejar de prestarle atención incluso cuando se levantó y se lanzó contra su contrincante, al que todos aclamaban una y otra vez, esta vez con un nuevo apodo, que todos parecían adorar.-¡Vamos, diablo! -gritó alguien muy cerca de mí. Me estremecí, tragando saliva y sintiendo mi garganta como un alambre de púas.
El muchacho de cabello negro y ojos grandes y azules maltratados e hinchados cayó al suelo, escupiendo sangre.
-Blake, vámonos -dije, jalándola nerviosamente, a pesar de que mis piernas no respondían del todo. El atacante ya no se trataba de Harry, de la bestia que había presenciado luchar esa misma noche, sino de otro totalmente diferente. ¿En qué momento se habían cambiado? ¿Por qué se mantenía golpeando a mi hermano?
-B-Blake -mascullé, mirando cómo otro chico se metía en el ring para intentar contener a la fiera, y de salvar al chico medio muerto del suelo, jadeante.El ambiente parecía estar como debajo del agua, la música se escuchaba lenta y ecoica mientras mi cuerpo flotaba de allá para acá, perdiendo el equilibrio. Me sostuve el cuello con las manos, intentando calmarme, respirando hondo y apretando los párpados para despertarme. Pero no podía. Sabía que esto era un sueño, pero se trataba más bien de una de esas pesadillas en las cuales de repente entras, y luego no tienes idea de cómo salir, a pesar de que quieres hacerlo desesperadamente, ahora mismo. Como cuando sueñas que vas desnudo a la escuela, que la niña de la bata blanca en esa película de terror te persigue a través de un túnel, o que matas a tu mejor amiga.
Abrí los ojos, de repente encontrándome en la pequeña y lúgubre sala de un hospital, justo frente al cuerpo de mi hermano, escuchando los latidos de su corazón a través de una máquina, la cual, en unos pocos segundos, dejó de sonar.-No -negué con la cabeza, sintiendo como que me ahogaba. Sostuve más fuerte la mano de mi acompañante, que ya no era Blake, sino Joe, mi hermano mayor.
-¿Joe? -mascullé con voz nerviosa y desquebrajada. Él no respondió. Sus párpados hinchados se habían tornado azules, al igual que sus labios carentes de color.
-¡Joe! -grité, con las lágrimas calientes brotando de mis ojos azules. -Despierta, ¡JOE!
-¡JOE! -me mantuve gritando, sobresaltándome de repente cuando sentí el peso de alguien sobre mí, abrazándome.Abrí los ojos de golpe, respirando agitadamente, sintiendo que las gotas de sudor se resbalaban debajo de mi camisa de dormir negra y en la parte posterior de mi cuello, también. Le daba gracias a Dios que esto había sido tan sólo un sueño, y que no había revivido esa escena de nuevo en carne y hueso.
Tragué saliva, intentando sentarme sobre las almohadas, inmediatamente sintiendo como que mis pies estaban cubiertos de cemento, como si tuvieran piedras en su interior.
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TORN.
Fanfiction'Bestia' es su nombre de pila. 'Maldito' es el apodo de sus amigos. 'Infeliz' es el calificativo que prefieren llamarle las chicas a las que ha seducido, usado y luego abandonado y rechazado. Estos días me he estado preguntando cómo le dicen sus a...