¡RUN! [Bangtansé]

‡ tiempo ‡

Su pie golpeaba en repetidas veces el suelo, estaba nervioso pero sobre todo muy ansioso.

Hace tres días que había conversado con aquel chico y aún no había respuesta ante su oferta.

¿Tanto le costaba aceptar?.

¿No quería ayudar a su madre?.

Sea lo que sea estaba perdiendo demasiado tiempo, estaba por concluir la semana que le dieron para presentar un buen proyecto.

Soltó un suspiro y se levantó de su asiento para dirigirse frente al enorme ventanal que estaba en su oficina.

Miró la enorme vista de la ciudad bajo de él, como un buen emperador mirando su pueblo y su gente.

Escuchó dos golpes del otro lado de la puerta.

No estaba de humor para recibir a nadie, además no recordaba haber citado a alguien.

Esperaba que aquella persona pronto de fuera y lo dejará solo, pero al parecer era muy insistente y se negaba a irse.

— Ya sé que estás ahí Rhee por favor se cortés y déjame entrar.

Esa voz solo provocó un gran malestar a su estómago y el leve dolor de cabeza solo aumento más.

¿Porque estaba ahí?.

¿Que quería?.

Bueno al parecer tendría que abrir porque sabía lo persistente qué era él.

— Adelante. — respondió sin siquiera ocultar su molestia.

La puerta se abrió y por esta ingreso un hombre alto, de cabello castaño.

Se acercó cerca del escritorio y sin esperar invitación tomo asiento en una de las sillas.

— ¿Cómo estás?.— pregunto mientras jugaba con su gafete que colgaba de su cuello.

— Bien. — respondió Rhee sin siquiera mirarlo, seguía viendo por el ventanal.

No tenía intención alguna de conversar con él, mucho menos ser amable.

— Vamos Rhee ¿Al menos podrías dignarte a mirarme?. — pregunto aquel sujeto intentando llamar la atención de su compañero.

Rhee soltó un suspiro de frustración y sin más remedio se giro hacia el sujeto quien estaba jugando con su pequeño dulcero.

Se encaminó a su silla y quedó frente a frente a aquel sujeto el cuál era productor de paranormal house.

— ¿Que quieres Pak?.— pregunto si ánimos Rhee.

— Solo pasaba a saludar, es todo.— respondió Pak desenvolviendo un dulce de fresa para ingresarlo a su boca.

Rhee lo miraba aburrido, ese hombre nunca le había agradado en absoluto, pero ahora estaba ahí tomando sus dulces e intentando crear una buena plática.

Tal vez si no fuera el que hizo que su programa fracasará tal vez, solo tal vez le agradaría.

Rhee río ante sus ocurrentes pensamientos.

Jamás le agradaría Pak eran enemigos desde que tenía memoria.

— ¿Cómo va todo?. — pregunto Pak.

— Supongo que bien.— respondió Rhee con voz aburrida.

¿Que podría hacer para salir de ahí?.

— Vamos Rhee debe haber algo interesante en tu perfecta vida, se que puedes darme algo bueno.

— No se que es lo que quieres saber Pak pero ten por seguro que lo que más deseo es que te vallas ahora mismo de mi oficina y dejes mis dulces en paz.— dijo al tiempo que golpeaba su mano quien tenía un par de dulces.