¡RUN! [Bangtansé]

‡ El bosque ‡

Aún sobre los autos todos y cada uno miraban fijamente al frente, ninguno decía nada, nadie se movía, lo único que se lograba escuchar eran las hojas siendo arrastradas por el viento sobre el suelo, las ramas de los árboles chocar contra otras.

Todos tenían cierta inquietud debido a lo que se presentaba frente a ellos ¿Podría existir un lugar más tenebroso que aquel bosque?

Yoongi trago duramente sin despegar la vista de aquel camino que te adentraba a lo más profundo de aquel lugar. Algo dentro de si le advertía qué era una mala idea, pero él no era el miedoso del grupo a si que no era su papel mostrar temor frente al resto de sus amigos.

— No crean que es miedo, pero..— paso saliva antes de continuar.— Este lugar es demasiado aterrador.— Hoseok se apego más a Namjoon después de decir aquello.

SeokJin asintió a lo dicho, ambos tenían miedo de aquel lugar. Aquellos frondosos árboles tupidos de hojas verdes siendo movidas salvajemente a causa del viento no les dejaba pizca de confianza.

Era como si aquel lugar conociera todos tus pecados y estaba listo para cobrarte todos y cada uno de ellos. Jungkook comenzaba a arrepentirse de lo que había echo y  de lo que aún no hacía.

— Bueno, no es tan malo.— hablo calmada.— Vamos, tenemos mucho que hacer.

Rosé fue la primera en bajar del vehículo, nadie más se movió de su lugar, nadie hizo ademán de seguirla, todos estaban estáticos, era como si de pronto hubieran olvidado el porque estaban ahí.

— ¿Es que no le teme a nada?.— susurró Jimin al ver cómo Rosé comenzaba a bajar el equipaje de los autos sin inmutarse de nada.— A veces creó que tiene alguna clase de pacto con el diablo.

El resto asintió estando completamente de acuerdo con el rubio, Rosé era una, por no decir la única, valiente del grupo desde que habían comenzado con aquel trabajo nunca había mostrado miedo o nervios. Siempre era la que encabezaba al grupo.

— Bien.— trago.— Creo que es hora.— Hwasa siguió a Rosé para ayudarla.

El resto del equipo salió para preparar todo lo necesario, nadie de los siete quiso salir, estaban aterrados. Yoongi seguía sintiendo un frío insoportable que calaba hasta sus huesos.

— Vamos.— Taehyung titubeó un momento antes de armarse de valor y descender de la camioneta.

Le siguieron el resto más por obligación que por valentía. Nadie tenía ganas de seguir con aquello, deseaban volver a casa en ese mismo instante.

Yoongi bajo del vehículo, el viento golpeó contra su rostro alborotando sus cabellos, abrochó el suéter que traía debido al aire que tenía intenciones de llevárselo consigo.

El viento era frío, y eso que no era invierno, entre cerro los ojos lo suficiente para evitar que el polvo se metiera en estos.

Se acercó al grupo quienes estaban listos, tomo su mochila y la ajusto sobre sus hombros. De la bolsa de su pantalón saco su teléfono celular para revisar si había noticias de Chaeyoung, pero nada, no había ni un mensaje y eso le extraño. Su madre hace horas que había salido de la operación. Tenía ganas de llamar a la chica y preguntar qué es lo que ocurría.