Quiero Dejar De Ser Virgen •||• KatsuDeku

3.

El departamento era mediano, era lo suficientemente grande para que dos personas vivieran ahí, todo está en orden, perfectamente limpio. Al parecer era un hombre muy organizado.

—Con permiso.

Quitó sus zapatos, colgó su mochila en el perchero junto a la puerta y esperaba que Bakugo le ofreciera algo de beber o que lo invitara a sentarse, pero no.

Su cuerpo era presa del alfa, su espalda estaba pegada a la blanca pared que estaba al lado de la puerta. Al alzar su mirada pudo ver los ojos de ese Alfa, eran rojos y parecían tener un brillo especial, quiso hablar, pedirle que primero lo dejara pasar pero el rubio no lo permitió.

Comenzó a besarlo, no era un beso brusco como lo esperaba del alfa, al contrario era lento y cálidos. El tacto de sus labios llevó a Izuku a tomar a ese alfa por los hombros, Bakugo era tan alto que sentía que caería si no se sujetaba bien.

El beso comienzo a tomar otra forma, ahora Bakugo no solo besaba la superficie de sus labios, ahora también lamía y mordía, había tenido besos intensos antes, sí, pero el saber que un unos momentos no solo serían besos ponía la situación aún más caliente.

Izuku gimió un poco, había sido sorprendido por un apretón en una de sus nalgas, el rubio se había mantenido con sus manos en su cintura, pero ahora habían bajado hasta su trasero tomando sus dos nalgas como si fuesen masa para hacer algún pan, las apretujaba y amasaba a su gusto, parecía estar disfrutando de ello.

Le tomó por sopresa ser levantado en el aire de pronto, Bakugo cargaba con su peso usando sus nalgas como apoyo, Izuku por puro instinto enrolló sus piernas a la cintura del alfa para mejorar el agarre.

De pronto sintió desmayarse, aquel alfa comenzó a soltar sus feromonas, olían tan jodidamente bien, tenían un delicioso aroma a roble. Sentía que podía correrse de solo estar oliendo al rubio.

—Quedate conmigo.

Bakugo rió, con solo tenelo así entre sus brazos podía notar lo inexperto que era en el sexo, estaba feliz, no lo podía negar, para un alfa tan fuerte como el era cuestión de orgullo ser la primera vez en la vida de un Omega, y mucho más orgullo era ser el primero en profanar a un Omega tan precioso como lo es Izuku.

No fue un reto para el cargar a Izuku hasta su habitación, tan pronto como llegaron se sentó en la orilla de su cama aún con Izuku encima, su pene ya estaba más que efecto y era doloroso tenerlo atrapado entre su ropa.

Quitó la sudadera de Izuku, grande fue su sorpresa al descubrir que no llevaba nada más que esa sudadera cubriendo su piel.

Inmediatamente llevo sus labios al cuerpo de Izuku, comenzó besando, chupando, lamiendo y mordiendo su cuello se sintió satisfecho una vez que las clavículas y cuello de Deku quedaron llenos de marcas rojas que quizá durarían unas semanas.

Bajo a besar si torso, el Omega peliverde se retorcía debajo de el, este era el mayor placer que había experimentado en su vida, sintió sus pezones ser tomados por la traviesa boca de Katsuki, era jodidamente bueno moviendo su lengua al rededor de sus pezones, estaba muy exitado, se sentía aún más caliente que cunado su doloroso celo llegaba.

Con ayuda del grande hombre quitó su pantalones y los tiró a un lado de la habitación, junto a sus pantalones su ropa interior también voló dejandolo completamente desnudo.

—Estas muy mojado, mueres por ser cogido por mi ¿Cierto?

Estaba avergonzado, no se suponía que debía ponerse caliente con esas palabras, pero el lenguaje vulgar de Bakugo le ponía el doble de duro.

Su cuerpo se estremeció al sentir el ardor en su nalga izquierda, una palmada de Bakugo había terminado ahí, al irse el dolor se dejó caer poniéndose más rojo, podía sentir algo duro debajo de su trasero.

Por primera vez en la noche tomó la iniciativa, desabrochó el pantalón del alfa y librero a su amiguito, estaba sorprendido, el pene de Bakugo no era para nada como el suyo, este era grande y grueso, lleno de venas que escurría un tipo de líquido blanco, Izuku quería gritar ¿En verdad entraría eso en el?

—Voy a meterlos, dime si es incómodo.

Al ser su primera vez Bakugo sabía que debía prepararlo bien, el dolor sería inevitable pero quería hacer que fuese un dolor muy pequeño.

Metió uno de sus dedos en el, comenzó a moverlo y de inmediato pudo sentir a Izuku sujetarse fuerte de sus hombros mientras escondía su rostro el la curvatura del cuello de Katsuki.

—¿Nunca había tenido algo dentro?

Izuku negó con la cabeza, durante sus celos el simplemente tomaba supresores y masturbaba su miembro, nunca había sido capaz de meter algo por su agujero.

Bakugo asintió metiendo otro dedo mas, esto hizo a Izuku gritar, un escalofrío había recorrido todo su cuerpo poniéndole los pelos de punta.

Bakugo embestía a Deku con ambos dedos, lo sentía temblar sobre el mientas gemia levemente.

Lo boto a la cama, ahora tenía a un completamente desnudo Izuku sudando y jadeando sobre sus sábanas blancas, sonrió ladinamente mientras sacaba sus propios pantalones y ropa interior. Al tener desnudo a si mismo aprovecho para colocar un condón en su miembro.

—Voy a entrar, ¿Estás listo?

Izuku no hablo, simplemente asintió con la cabeza tomando con fuerza las sábanas.

—Ka-kacchan...

Dijo en un grito ahogado, la mitad del pene del rubio está dentro de el, era extraño sentir algo tan duro profanarlo.

Un gruñido salió de los labios del alfa al enterarse por completo, el interior de Izuku era tan caliente y estrecho que sentía a su pene ahogarse dentro de el.

Una de sus manos apreso las dos manos de Izuku poniéndolas por encima de su cabeza, con su otra mano tenía bien sujeto a su peliverde por la cadera.

Las embestidas eran fuertes y precisas, lograban dar en ese delicioso punto que hacía gritar del placer a Deku, sentía que iba a perder el conocimiento de lo bien que se sentía.

—Ah... Bakugo ahí...

—¿Te gusta que te coja justo aquí he?

Golpeaba el punto una y otra vez, de tanto entrar y salir sentía que explotaría en cualquier momento.

—Kacchan... Yo voy a... ¡Ah!

—No te detengas.

Uno de sus ojos estaba cerrado mientras seguía embistiendo, una dos, tres estocadas y su semen salió disparado al condón. Le hubiese encantado llegar en el pero aún no quería ser padre.

Izuku arqueo su espalda y llegó justo al mismo tiempo que Bakugo lo hizo, pero no pudo soportar más. Se había sentido exelente pero ya no tenía fuerza, sus ojos se cerraron y no supo nada más de lo que pasó.