Quiero Dejar De Ser Virgen •||• KatsuDeku

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Estaría mintiendo si dice que no está nervioso, está semana sería su última de descanso antes de entrar a trabajar por lo cual era la última semana para ir a ver a sus padres y decirles que tendría un cachorrito. Por cuestiones del destino resultó que ambos vivían en ciudades vecinas así que irían a ver a la madre de Izuku de una vez.

Estaba seguro de que su madre se la pasaría jodiendolo con cosas como 'Y decías que no querías tener hijos' o 'Uy si, el que nunca sería papá' pero también está seguro de que recibirá un fuerte regaño, fue irresponsable embarazar a una universitario a sus apenas 22 años, pero bueno, el niño ya estaba aquí y no había otra opción más que tenerlo.

-¿Llevas todo?

Besó la frente de su cabeza de brócoli pata después abrochar su cinturón de seguridad. Todo había sido muy rápido, después de unos meses cogiendo por aquí y por allá serían padres sin haber sido novios por un largo tiempo, su bebé tenía ya 3 meses dentro de Izuku y ellos llevaban apenas 2 meses viviendo juntos.

Katsuki es un Alfa que ama su espacio personal y su soledad más que nada en el mundo, pero desde el primer día que Izuku durmió en su casa, en su cama desde ese día supo que no quería estar solo por más tiempo.

-Sí Kacchan, te hice tus hotcakes para cuando tengas hambre. No debes preocuparte por conducir, yo te alimentaré.

Sonrió de lado, su Izuku era el ser más lindo que había conocido en sus cortos 22 años. Nunca había sentido la necesidad de mostrar cariño a alguien hasta que el llegó.

-Pero últimamente te comes todo ¿Podrás guárdame un poco?

Dijo ya preparado para comenzar a conducir, prendió el auto, quitó el freno de mano y de inmediato tuvo que ponerlo otra vez.

-¡¿Po-por qué lloras?!, ¡¿El bebé está bien?!

Apagó el auto para poder quitar su cinturon y estirarse para tocar el mojado rostro de su Omega.

-Deku dime ¿Te sientes mal?

Pequeños sollozos escapaban del pequeño peliverde, el no suele llorar por todo pero desde hace un mes sus emociones estaban a flor de piel.

-¿E-estoy gordo?, ¿Ya no te gusto?

Demonios.

Seguro se había puesto así por lo que dijo de la comida.

-Claro que me gustas, sigues siendo tan lindo como siempre.

-Ya no quiero comer tanto pero mi bebé tiene hambre.

Trataba de controlar su llanto, su hijo llevaba apenas tres meses dentro de el pero aún así siente que lo ha llevado años. Debían tener constantes visitas con el doctor Iida debido a que los síntomas de su embarazo algunas veces eran muy fuertes.

-Puedes comer lo que tú quieras, para eso está la comida. Es más, la próxima semana en mi primer día de trabajo te llevaré a comer fuera, lo que tú quieras.

El llanto había parado, ahora solo quedaban algunos suspiros que se fueron con el beso que su Alfa dejó en su frente.

-¿Estamos bien?

Preguntó el alfa siendo tomado de las mejillas para ser besado por el Omega.

Sus besos últimamente eran así, suaves y lentos pero llenos de chispa.

Cuando Izuku se mudó al departamento de Katsuki las primeras semanas eran de pura fornicación. Al despertar debían tener sexo ya que Bakugo despertaba todos los días con una erección, en la tarde Izuku se veía tan sensual cocinando que Katsuki no podía resistir tener sexo en la cocina y por las noches era bueno tener un poquito de diversión antes de bañarse.