Quiero Dejar De Ser Virgen •||• KatsuDeku

10.

Escuchaba la puerta ser golpeada y la voz que siempre lo tranquiliza gritando su nombre, con la diferencia de que esta vez no se sentía tranquilo.

Las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos, se sentía herido y lastimado. Bakugo ni siquiera negó nada de lo que digo.

Se siente inseguro, lo ama, está seguro de que ama a Bakugo pues es su alfa. Aunque... Nunca ha querido marcarlo ¿Entonces en realidad es su alfa? Demonios, se siente tan confundido.

Se apresuraron en su relación, claro que lo hicieron. Apenas un año de conocerse y de volverse compañeros sexuales y con 6 meses como pareja viviendo juntos, claro que se apresuraron pero entonces ¿Su amor no es realmente fuerte? Van a tener un hijo pero en realidad fue un accidente, si Katsumi no estuviese dentro de el ¿Bakugo lo seguirá queriendo?

¿Bakugo lo quiere?

—¡Deku abre la maldita puerta! ¡Déjame explicarte!

Llevaba al rededor de 30 minutos sin decir nada, solo se había encerrado en esa habitación en la cual le entregó a Bakugo muchas de sus primeras veces, Dios, le entregó todo de si y aún así lo engañó.

¿En verdad lo engañó?

No lo sabía, pero el celular del rubio seguía sonando sin parar y era obvio de quién era la llamada. Si no tienen nada ¿Por qué no contesta?

El alfa seguía golpeando la puerta y con cada vez más fuerza, no tardaría en romper la chapa de esta. Pero no, no quiere verlo ahora, no quiere hablar con el ahora.

Tomó su teléfono celular y llamó a la única persona a la cual le permitiría verlo así. No quería ver a Bakugo, no ahora. Quiere irse y estar solo.

—¿Llegaste a salvo?... Deku ¿Qué es ese ruido? Suena como golpes ¿Estás bien?

A través de la llamada el rubio no podía escuchar más que un golpe continuo, gritos y un sollozo que bien conocía.

¿Bakugo era quien gritaba? No podía escuchar bien pero parecía que así era.

—Izuku espérame ahí, voy para allá, te juro que no tardo nada.

La llamada fue colgada e Izuku solamente dejó que su llanto fuera más grande.

Las palabras de esa mujer se repetían una y otra vez en su cabeza, su olor impregnado en la ropa de Bakugo aquella noche no podía salir de el.

Ahora muchas cosas tenían sentido, el porqué dejó de dejar su teléfono en su buró de noche, porque llegaba tan tarde, porque de pronto puso contraseña a su teléfono, porque comenzó a contestar llamadas lejos de el.

Todo tenía una explicación, ¡Le había estado viendo la cara de estúpido!

Varias pisadas se escucharon y parecía que fuera de la habitación había una discusión. ¿Había llegado ya? Tomó todas las cosas que creyó necesarias y la colocó sin orden alguno en una mochila cualquiera.

Salió de la habitación y pudo ver a Bakugo discutiendo con Kirishima, pero son amigos ¿Están peleando por el?

—¡Metí las manos al fuego por tí! ¡Te defendí y aún así lo lastimaste!

—¡Ni siquiera me dejas hablar! ¡Mierda solo quiero explicarle que no es lo que pien-... ¿A dónde vas con esa mochila?

Ninguno de los tres notó cuando el peliverde entró a la sala, pero tan pronto como Denki lo notó corrió hasta el y quitó la mochila de sus manos, era obvio que quería irse. Lo tomó de los hombros y cuando empezó a caminar hacia la salida una mano le detuvo el paso.