Colgué yo también, y sin darle más importancia al asunto, dejé el móvil sobre el escritorio de mi habitación y me dirigí al armario con la intención de escoger lo mejor que tenía para así ir al concierto de Rob. Después de desordenar toda la ropa y dejarla esparcida por todo mi cuarto, me decanté por una falda de tubo negra junto con una camisa bastante transparente de estampado floral. Después de echar un vistazo en el espejo a mi propio reflejo, elegí el calzado; unas bailarinas negras. La verdad era que me gustaba el conjunto que había elegido, no iba ni demasiado arreglada, ni demasiado ordinaria. Entonces me metí en el cuarto de baño para plancharme el pelo y maquillarme un poco. Me estaba dando el rímel cuando justo sonó el timbre de casa. Alcé el brazo para mirar la hora en mi reloj de muñeca dorado.
-Mierda, mierda, mierda.- Maldije entre dientes al percatarme de que ya era la hora acordada con Kate. -¡Ya voy!
Salí corriendo hacia las escaleras mientras me ponía los pendientes de perla intentando no tropezar con nada.
-Ya estoy.- Dije abriendo la puerta de la entrada mientras mi pecho subía y bajaba con rapidez a causa del sprint.
-¿Alice?- Me preguntó un chico vestido de uniforme azul con un enorme ramo de coloridas flores en una mano.
-Sí.- Respondí yo con una ceja alzada.
-Esto es para ti.- Sentenció entregándome el ramo.
Me había quedado sin habla, no entendía nada. ¿Quién se habría tomado la molestia de mandarme aquel regalo? ¿Quizás el misterioso chico del CD?
-Gracias.- Dije mirando con curiosidad las flores.
-De nada.
El chico se dio media vuelta y se marchó dejándome allí de pie, sin saber qué hacer con aquello. Acaricié una de las flores con delicadeza y entonces vi una pequeña tarjeta en la que había algo escrito. La cogí y leí:
¿Me echabas de menos?
Una pequeña sonrisa se asomó en mi rostro.
-¡Vamos, Alice, que vamos a llegar tarde!- Me gritó Kate tocando el claxon una y otra vez con fuerza.
-Kate, ¿podrías no hacer tanto ruido? No hace falta que todo el mundo se entere de que has venido.
Mi mejor amiga rodó los ojos y después los posó en el gran ramo que tenía aún entre las manos.
-Uy, ¿quién te ha regalado eso?- Me preguntó con una sonrisa pícara.
-Na-nadie.- Tartamudeé. –Vamos.- Dije dejando las flores dentro de casa y cerrando la puerta tras de mí.
-Ya no me cuentas nada.- Me reprochó una vez entré en su coche.
-No hay nada que contar.- Mentí.
-Lo que tú digas.- Dijo, y arrancó.
Para cuando llegamos al lugar donde se daba el concierto, ya había anochecido. Kate aparcó el coche y entramos al local donde tocaría Rob con su grupo. El guardia que estaba en la entrada reconoció a Kate casi al instante, por lo que no tuvimos problema en pasar. Aún no había mucha gente en la estancia, así que pudimos coger un buen sitio.
-¡Hola!- Saludó alguien a nuestras espaldas; Rob.
-Hey, enano.- Lo saludó Kate.
-Me alegra ver que has venido.- Dijo con algo de timidez esta vez dirigiéndose a mí.
-¿Cómo iba a perderme tu primer concierto?- Le sonreí.
-En realidad no es un concierto.- Soltó de pronto. –Vamos a tocar varios grupos, y ese jurado de allí atrás...- Dijo señalando la mesa alargada situada en el palco, a nuestras espaldas. –elegirá al mejor de nosotros para darnos una oportunidad de iniciar una gira por todo el país.
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Dulces Sueños
Romance"Noche tras noche sueño con el mismo chico. No sé quién es, ni cómo se llama, lo único que sé es que estoy enamorada de él, y estoy segura, de que algún día lo encontraré." No será fácil, ya que encontrará gran cantidad de obstáculos y complicacione...