Parte 9. Sorpresita

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Daniel

-No pensé que atacarías tan rápido galan –Omar estaba en la entrada de mi despacho con los brazos cruzados y una expresión burlona

-Dejame en paz, ni yo me creo todo lo que hice hoy, ni lo que siento tampoco

-El paso mas difícil ya lo diste y lograste traerla a casa, no en las mejores condiciones pero esta aquí

-Ni me recuerdes, al menos la tuve cerca –dije con una gran sonrisa

-jajaja ok ok, mira nada mas tu cara de enamorado, debo estar soñando

-Imbecil, ponte a trabajar que mañana quiero el día libre...

-uuuu vamos por la presa trigre?? -Estaba muy divertido el cabron este

-¡Callate carajo!

-jajajaja por que sigues negando las cosas, no se que me divierte mas, tu cara de enojo o la cara de bobo que pones cada que piensas en ella.

-En vez de divertirte a mi costa, busca quien pueda terminar el trabajo de Mariel

-Eso ya esta amigo, -dijo guiñando un ojo – obviamente nuestra luna no puede continuar asi

-Lo peor va a ser cuando se entere, por lo que veo es muy terca, no se como lograré que se quede conmigo

-todo a su tiempo hombre, -se acerco a palmearme la espalda-  empecemos por mañana ¿si?, deberías ser menos serio con ella, muéstrale tu interés, los humanos son muy perceptivos con eso.

-ok ok, oye sobre los registros que dijo Mariel, ¿a quien crees que querien y para que? Ya se que muchas manadas no son precisamente aliadas pero esos métodos tampoco son propios de los lobos

-Si lo se, no quiero apresurarme pero parece trabajo mas de humanos y si hay mas de uno que sabe de nosotros y nuestro paradero, tendremos que ir con mucho cuidado, nuca hemos tenido problemas con ellos, no quisiera empezar ahora.

-Si lo se, ya di instrucción de cerrar COPCOM por ahora, afortunadamente son pocos los negocios que se promocionan por internet, estaremos bien en tanto ninguno ellos presente anomalías, tendrán que mantenerlos vigiados también, dile eso a quien venga de reemplazo

-Claro ¿algo mas?

-No, la verdad es que quiero descansar, me duele la cabeza, hace años que eso no pasaba

-Obviamente la presencia de Mariel y lo de la empresa fue mucho, te dejo hermano descansa

-Descansa –levante la mano para despedirme y después de arreglar un poco los papeles sobre mi escritorio decidí ir a descasa, había sido un día muy largo y no quería seguir pensando en ella o no podría controlarme, la sensación de tenerla en mis brazos era incomparable y cada vez me dolía mas soltarla. Solo esperaba no hacer el ridículo mañana...

***********

Esta mujer si que es terca, por la mañana la encontré queriendo bajar las escaleras sola, si todavía traía el pie hinchado ¿como se le ocurría?, aa pero la forma en que me vió en las escaleras debo decir que me gusto mas de lo que imagine, su corazón latía fuerte y su cara comenzaba a colorarse y la misma reacción tenía cuando me acerque a cambiar esas horribles botas de trabajo, ¿Qué se creía? Ni loco iba a dejar que usara ese horrible calzado tan pesado, tuve que ir yo mismo por un par de tenis para cambiarla.

Revisar su pie y como era de esperar este seguía hinchado, me importo muy poco que no le agradara (aunque su cuerpo decía otra cosa) cada que necesitaba moverse la llevaba en brazos y yo feliz de la vida.

Una mate diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora