Parte 5. Frustración

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Mariel llevaba ya un buen rato sola y sin saber que hacer, la actitud de esos dos la había dejado un poco alterada, en especial la de Daniel, que ha decir verdad fue algo más que un susto lo que le saco. Nada mas entrar, produjo algo en su interior, todo su cuerpo cosquilleo y se puso alerta, ella se lo había atribuido al susto inicial, pero debía admitir que la presencia del hombre le resultada abrumadora.

Era un tipo bastante guapo, alto, tez blanca, cabello castaño y quebrado, un poco largo haciendo que cayeran unos pequeños caireles en su frente y levaba playera de manga larga negra, acentuando mas sus facciones, se veía realmente atractivo. Seguía recordando al hombre cuando la puerta se abrió y ambos hombres ingresaron a la oficina

Daniel

Después de calmarnos un poco por el reciente descubrimiento, volvimos con Mariel, trataba de calmarme pero comenzaba a ponerme ansioso. Ella tenía unos lindos ojos negros al igual que su cabello que llevaba recogido en una bolita que sujetaba un pequeño moño blanco, llevaba sueltos unos mechones de cabello que caían por su linda cara apiñonada, acompañados de unos lentes pequeños y ovalados, haciendo verla mas tierna. Me había explicado lo que encontró al revisar el sistema de las computadoras y la verdad de toda esa , lo único que recuerdo es lo linda que se veía al estar tan concentrada y yo como idiota que me encontraba por ese aroma que envolvía la sala, solo lograba asentir con la cabeza cada vez que ella preguntaba algo.

En un momento nos paramos para ir a la sala del servidor, quería revisar la instalación y poder terminar de conectar los equipos de las áreas restantes. Al levantarnos y comenzar a caminar hacia el elevador fue peor, su cara era muy tierna, pero su cuerpo era otra cosa, sus caderas eran grandes, anchas igual que sus piernas y su trasero...tuve que voltear y alentar un poco el paso para no pegar todo ese lindo cuerpo a mí, ese pantalón tipo cargo que llevaba no ayudaba en nada. Tuve que disculparme y regrese a la oficina, no podía seguir caminando con ella cerca, no sabía cuánto más aguataría para no reclamarla y cada que lo pensaba más, mas crecía mi enojo, yo solo había tenido en la mente a una persona desde que la conocí y cuándo la diosa nos emparejo, no pude ser más feliz de tener a Dian como mi mate y ahora estaba aquí, recostado en el sofá de la oficina, con la cabeza hecha un maldito desastre y Noha molestando recordando lo buena que se veía la mujer.

-haaaaaaaa no por queee, ¿por que otra vez?

-¿Daniel? -Llamó Omar entrando a la oficina

-Dime

-Amigo cálmate quieres, por lo que veo no pudiste aguantar la presencia de nuestra luna –dijo con burla el muy maldito.

-No le veo la gracia por ningún lado Omar, ¿no ves todos los problemas que esto conlleva?

-Lo sé, sabes bien que eso es solo un mito, solo a un alfa le paso algo así, no sabemos si realmente signifique guerra inminente. No lo pienses tanto, mira su aparición como un nuevo comienzo para ti, para nuestra manada.

-La manada es lo que más me preocupa, - me senté y mire a Omar de frete -sabes bien que los humanos no son comunes entre nosotros, los pocos que hay están en Ixmil, ese pueblo fue especialmente construido para la convivencia de los nuestros con los humanos, nunca en 1000 años que llevan formadas las manadas en el país, hubo una mate humana, el linaje puro se ha mantenido, no sé cómo lo tomen, - soltó lo último con un gran bufido

-Daniel, ¿estas considerando rechazarla?- pregunto con sorpresa el moreno

-Ni se te ocurra, no pienso dejar que hagas semejante estupidez. –Noha de inmediato salto a la defensiva

-Mmmmfff Noha esta insoportable, aunque quisiera considerar la opción, dudo mucho que logre hacerlo con éxito, -conteste ya fastidiado

-Ok- Omar tenía cara de ¿alivio? Aggg hasta él mostraba más felicidad que yo, - es que de verdad no puedo aceptar las cosas así porque si, Dian fue mi mate, mi gran amor desde que la conozco y desde mucho antes de mi transformación sabía que había algo con ella, que tenía que estar conmigo, ¿cómo puedo tomar a otra mujer nada más así?

Una mate diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora