Vida de papel

VI

Capítulo 6: Cielo

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La piel congelada pero el corazón hirviendo. Así se podría resumir toda esta situación, el día ha llegado, todo al alcance de unas palabras, no pensaba irse sin una solución, la encontraría si o si.

Llevó ambas manos a sus labios soltando pequeñas bocanadas de aire para que sus dedos despertarán y desperezarse del frío. El otoño estaba aquí, la estación del año con días calurosos y noches inhóspitas que duran más de lo común, dándole la oportunidad a los soñadores de sentir un poco más ese limbo extraño entre existir y no hacerlo.

Balanceo su peso de un pie a otro un poco, sólo para variar, quería estar completamente despierta para cuando John o el enfermero hicieran su aparición.

Despierta... ¿Él ya habría despertado? ¿Siquiera durmió? Lo dudaba, es tan nocturno como un búho, de eso se había dado cuenta noches atrás, cuando la azotea era un terreno desconocido para el de cabello azabache.

Esa noche en la que más que una exploración había parecido una salida.
Empujones inocentes, carcajadas contenidas e insinuaciones para hacer destrozos.

【---¿Quién dice que no podemos escapar simplemente?--- había dicho ella en medio de esa dosis de dopamina que no sabía que podía tener por cuenta propia.

---¿Y a dónde iríamos genio?--- dijo él mientras carcajeaba.】

Jamás se había sentido tan viva hasta que se dio cuenta que sólo sería ésta, que sólo tendría esta vida para cagarla y triunfar. Esa noche en la que jamás se había sentido tan cerca del chico hasta ese momento, esa noche se dio cuenta de lo que significaba su presencia en su vida.

【---Te quedarás conmigo incluso cuando este lugar sea solo un recuerdo ¿Cierto?--- había preguntado el chico.】

¿Cierto?

De pronto, sintió sus costillas un tanto adoloridas cuando alguien las picó para asustarla, al mismo tiempo que esa misma persona suelta el típico «Booo»

Y lo consiguió para su desgracia. Estuvo a punto de gritar por el susto de no ser por que una mano fría y grande (comparadas con las suyas) le tapó la boca mientras que la otra la rodea por la cintura atrayendola a un cuerpo alto y delgado con una colonia ya conocida. Y allí lo vio riendo con la mirada por sus reacciones completamente humanas.

El dedo corazón hizo su debut frente el rostro del chico, quien, carcajeo ante la reacción ya esperada.

---Que llorona--- se burló, ella frunció el ceño ante la acusación, como no lo pudo contradecir por que su mano aún le tapa la boca, paso su lengua por la palma de su mano, causándole una reacción de asco inmediato que lo hizo retroceder en seguida--- asquerosa--- refunfuño mientras limpia su palma con la camisa de la chica.

---Idiota--- contra argumento--- te has tardado--- dijo luego en una acusación.

---Me he quedado dormido--- contestó junto un encogimiento de hombros, ante la mirada de la chica, se dio cuenta que esa excusa no sirviria--- ¿Ahora me vas a decir que tú no duermes? --- dijo en broma para aliviar la tensión.

Fue el turno de Ophélie de golpear sus cosillas, dándole un suave codazo.

---Cuando estoy con chicos lindos no, quizás por eso siempre me quedó dormida contigo.

---Supongo que me lo merezco--- dijo en un bufido resignado, provocando una risilla por parte de la chica, quien, aprovechó para colocarse a su lado, contemplado cada uno por su lado la vista que brida su posición.