uno.

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Aris

—Su alteza. —Vino la voz, y la brillante luz del sol en mi habitación, el sonido de las cortinas que se tiraban zumbando en mis oídos—. Tiene una cita en dos horas y necesita levantarse.

Desde fuera de la habitación salían dulces tonos de Hugo Everly, mi Chambelán, mi "caballero en espera" y todo un puto dolor en el culo—: ¿Ese inútil ya se levantó de la cama?

Gemí, me di la vuelta y me puse una almohada sobre la cabeza.

—No, Señor. —Murmuró el pobre padrino. No necesitaba estar buscando saber que Hugo lo estaba sacando. La puerta se cerró de golpe y esperé a que comenzara la lluvia de abusos.

—Aris, por el amor de Dios, sacarías tu nulo trasero de esa cama antes de que tenga que sacarte de ella.

Un gruñido fue mi única respuesta.

Un momento después, las sabanas fueron arrancadas de mí.

—Ugh, hay visión que podría haber hecho sin ver esta mañana.

Me reí y miré desde debajo de mi almohada.

—Bueno, Hugo, sino me hubieras quitado las sábanas, ahora no estarías mirando la raja de mi culo.

—Su Alteza, tiene una cita esta mañana. Serás llevado a las oficinas principales en Dover. Esta es tu gran presentación a la prensa.

Escuché el tono de voz de Hugo mientras enfatizaba el "Alteza". Puse los ojos en blanco y suspiré. Tenía razón, tenía que levantarme. Me dirigía a la nueva organización benéfica para niños de la que estaba destinado a ser el nuevo patrón. Necesitaba dar una buena impresión para contrarrestar mi reciente paso en falso como lo llamaba mi mama. Había estado en mi motocicleta sin ninguna de la pompa y las circunstancias habituales, la prensa se había dado cuenta de eso, les había dado un gesto con la mano amiga, fue capturada por un pap y se volvió viral. Mamá no estaba impresionada. Papá estaba furioso. Yo había sufrido mil miradas de odio de él. No apto para que el hijo del Rey fuera visto como nada mas que un picaro común y corriente. Mis padres habían soportado mucho de mí, tuve que admitirlo. Yo no era el modelo habitual de la monarquía clásica que podía exhibirse todo el tiempo. Para empezar, fui uno de los primeros miembros abiertamente gay de la familia real, y ciertamente fui el primero que era el siguiente en la línea de sucesión al trono. Tenia tatuajes, monto una motocicleta. Yo era el estereotipado chico malo. Yo sólo resulté ser un príncipe también.

—¡ARIS! —Vino el grito y la palmada a juego en mi culo desnudo.

Me di la vuelta y miré a Hugo.

—Te atreviste a ponerle una mano sobre una persona Real.

—Tienes suerte de que sólo fue mi mano. Ahora metete a la ducha. —Él bufó.

Hugo era mi mejor amigo y confidente. Nos habíamos conocido en el internado, y de todas las cosas que podría haber pasado a ser después, se unió a las fuerzas conmigo como el jefe de mi casa, por así decirlo. Estaba ahí para cuidarme, para asegurarse de que hiciera lo que debía hacer cuando debía hacerlo. Mayormente me mantenía fuera de los problemas, y mi madre y mi padre lo adoraban, llamándolo una buena influencia para mi vida. Es la razón principal por la que me permito nombrarlo mi chambelán en lugar de un criado. Gemí y moví mi cuerpo desnudo de la cama y me dirigí a mi cuarto de baño para golpear la llave y sumergirme bajo el agua.

—¿Qué dijo la familia sobre la ultima ronda de mierda de los paparazzi' —Preguntó desde el interior del baño.

—Oh, ya sabes, la mierda habitual. Mamá sólo dijo "Mmm". Pa dijo que deje de actuar como un plebeyo y de comportarme de una manera impropia de un miembro de la monarquía, no importa el lado de la línea de sucesión en la que me encuentre. —Suspiré pensando en ello. Mi cabeza todavía latía por la cantidad de amnesia liquida que había bebido la noche anterior. Esa mañana, recordé muy bien cual había sido la reacción de mi madre y mi padre.

malang | aristemo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora