Francia

100K 6.3K 1.1K
                                    

FLASHBACK

Mamá dijo que el vuelo había durado más de lo previsto y papá estaba bastante molesto por ello; en mi caso pudo haber durado 24 horas y no lo hubiese notado. Me sentía cansada,  estaba demasiado cansada para pensar, demasiado cansada para siquiera importarme que habíamos llegado a Francia.

Caminábamos por el aeropuerto con nuestro equipaje en mano rumbo a la salida, mamá ya había notificado a la tía Amelia sobre nuestra llegada y seguramente ya había mandado por nosotros. 

—¿Sanannah?

—¿Ah?

—Las gafas  — me sonrió

—Estoy algo sensible a la luz mamá — respondí, mis ojos en estos momentos estaban aun mas hinchados

—¿Te encuentras bien cariño? — me miro extrañada

—Completamente — intente de fingir la mejor de mis sonrisas para mamá rezando porque no notara nada extraño 

Se quedo mirándome un momento, sabia que no todo iba del todo bien pero mi padre la llamo y sin poder decir nada mas asintió tía y camino junto a papá

Mamá sabia que había terminado con Brad, pero no sabia el porque ni tampoco lo mal que eso me hacia sentir. Y sabia que no era que no le interesara, pero mamá sabia que yo le contaría todo cuando estuviese lista, aunque no sabia cuanto tiempo pasaría para eso. 

A lo lejos un señor de la edad de mis padres con un letrero con nuestro apellido escrito en perfecta letra cursiva y un curioso uniforme azul nos esperaba con una enorme sonrisa, nos ayudo a subir las maletas y llevarnos a casa de mi tía.

La tía Amelia era como mi segunda madre. A diferencia de mamá y yo ella y mi prima Alessa tenían el cabello negro azabache y la piel blanca como la porcelana. En un viaje de intercambio mi tía conoció a un guapísimo Francés por el cual quedo según palabras de mi propia tía "completamente y estúpidamente enamorada" y unos cuantos años mas tarde terminaron casados.

Mamá siempre me decía "Por mas que intentaba que me gustara un francés, nunca pude sacarme de la cabeza a tu padre" y mírenlos ahora 20 años mas tarde casados y felices. Tengo el claro ejemplo de amor frente a mis narices pero no creo que eso ayude a que me pase algo similar. Jodida suerte la mía...

Cuando bajamos del auto y caminamos hacia la única casa con una enorme puerta roja llena de flores en todo el vecindario antes de siquiera poder tocar la puerta se abrió.

— ¡Bonjour mi pequeña Anna! — mi tia beso mis mejillas. Tanto mis tios y mi prima me llamaban Anna, decían que Savannah era un nombre demasiado americano para ellos — ¡pero que linda te has puesto cariño!

—Hola tia — sonreí

—¿Y esas gafas? — trato de quitármelas pero esquive su mano

—Migraña — me limite a decir

—Oh... ¿el vuelo fue bastante largo verdad cariño? pero no te preocupes, Alessa tiene un remedio que no fallara, ¿por cierto donde esta esa niña? ¡Alessa ya han llegado tus tios!

Se escucharon unos pasos bajando de las escaleras  y mi prima me sonrió. Llevaba su cabello corto sobre los hombros, sus grandes ojos verdes me inspeccionaron y de inmediato supo que algo no andaba bien. 

—Lindas gafas Anna— bromeo y tomo mi maleta, saludo a mis padres y rápidamente se volvió a reunir conmigo en el umbral de la puerta— Madre iremos a dejar las cosas de Anna a mi habitación — aviso antes de subir las escaleras hasta su habitación y dejar mis cosas en la cama

¿Cómo ser una perra? Changes #1 (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora