Capítulo 7

69.4K 5.5K 1.3K
                                    

~Buen intento~

Mi mañana había comenzado muy bien. Al bajar a desayunar un plato de fruta ya estaba servido frente a mí, llegue con tiempo de sobra al instituto y mi humor no podía estar mejor; pero como dije había empezado muy bien...

—Brad no tengo nada que decirte —bufe y rodee los ojos

—¡¿No?!

Mientras caminaba por el pasillo hasta mi casillero me había topado con Brad. Quien justo en estos momentos estaba parado frente a mi casillero impidiendo que sacara mis libros.

—Okay en primera modula tu tono de voz no estoy sorda puedes tener por seguro que te escucho muy bien

—Perdona

—En segunda no tengo nada que explicarte puesto que no somos nada así que apártate, bloqueas mi casillero y necesito mis libros —moví mi mano indicándole que se quitara; lo hizo sin decir palabra. Actuaba con total naturalidad mientras él seguía de pie a mis espaldas

—¿Es cierto?

—¿Qué? —sacaba mis libros sin mirarlo

—Que besaste a mi primo en la fiesta de Natalia

Me gire y lo mire sin decir nada por un momento 

—Y si lo hice ¿Te debería de importar?

Quería reír, su expresión era una combinación de sorpresa, enfado, tristeza, confusión ¡dios esto merecía una foto!

—Me importa

—No debería, pero para que estés más tranquilo te responderé —cerré mi casillero— si lo bese

Frunció el entre cejo

—Tú no puedes hacer eso

Aguante la carcajada que amenazaba con salir y lo encare

—¿Y tú me lo vas a prohibir?

—Si

Asentí suavemente mirándolo divertida, ¿en verdad había tenido el descaro de decir aquello?

—¿Qué tiene el de especial?

Pase a su lado

—Solo déjame tranquila Brad

—Respóndeme Savannah

Me detuve de mala gana, mi buen humor se había esfumado en cuestión de segundos y ni siquiera me había detenido a pensar lo que salió de mi boca 

—Que no se acuesta con mis amigas, eso tiene de especial ¿feliz?

—¿Cuántas veces más me voy a disculpar?

—Oh querido ni aunque me siguieras toda la vida de rodillas te perdonaría así que hazte un favor y ve a buscar otra chica ilusa que crea tus mentiras.

—No quiero a otra chica ¡te quiero a ti!

—¡Oh qué dulce! Pero me temo que tardaste mucho en darte cuenta de eso —el timbre dio por iniciadas las clases— nos vemos Brad

***

Rochelle, Nina y yo nos dirigíamos a la cafetería. Era la hora del almuerzo, nos sentamos en nuestra mesa habitual mientras charlábamos de cosas que en realidad no tienen mucha relevancia —como a quien ya le viene el periodo o si el brasier se le notaba o del chupetón que le había dejado el chico con el que actualmente salía Rochelle en su cuello y cosas así— como dije cosas sin mucha relevancia 

¿Cómo ser una perra? Changes #1 (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora