¿Cómo ser una perra? Changes #1 (EN EDICIÓN)

Capítulo 15

~¿Aun me quieres?~

Camine directo al baño y me encerré en uno de los cubículos, como la maldita perdedora que solía ser...

La puerta se abrió, un grupo de segundo año entro platicando animadamente.

— ¿Vieron el espectáculo en el corredor principal? —la voz de una de ellas interrumpió la plática de las demás

—¡Por supuesto! —respondieron todas emocionadas

—Dicen que solo jugo con el primo, que todo este tiempo ha visto a Brad en secreto.

—No podría culparla, ambos son tan ardientes.

—¡¿Verdad que si?!

Todas rieron

—Yo escuche...

La puerta se abrió 

—Que todas ustedes deberían tener vida propia —la irreconocible voz de Rochelle las callo —métanse en sus asuntos

Después de un momento escuche como salían del baño y la puerta se volvía a cerrar

—¿Savannah?

—Déjame sola Rochelle —subí mis piernas abrazándolas con mis brazos

—Tienes que salir de ahí Sav...

—Solo déjame sola

—No lo hare 

—¡Por favor!

—¿No saldrás?

—No

—Pues bueno —escuche sus pasos acercándose— me quedare contigo —vi su sombra frente a la puerta, y escuche mientras se deslizaba hasta sentarse frente a la puerta.

Me quede en silencio por un momento, baje mis piernas lentamente y también me senté en el piso

—Yo no lo bese —murmure mientras recargaba mi cabeza contra la puerta.

—Lo se

—Yo... lo quiero —susurre

—Lo se cariño

***

—¿Dónde han estado? ¡Las eh buscado por todos lados! —Nina llego corriendo, primero miro a Rochelle y después a mí — ya eh quitado todos los carteles —me sonrió dulcemente  

Solo asentí

—¿Has visto a Ethan?

—Savannah... —me regaño Rochelle

—¿Lo has visto? —volví a preguntar

Paso su mirada de Rochelle y después a mí, suspiro

—En su casillero

Camine lo más rápido que mis piernas me lo permitieron, tenía que explicarle todo. Tal y como lo había dicho Nina, estaba frente a su casillero.

Suspire y me acerque a el

 — Ethan... —me dedico una mirada fría— déjame explicarte todo

—No hay nada que explicar —cerro su casillero tan fuerte que provoco que diera un salto

—No lo bese, ¡no ocurrió nada!

—¿Por qué no me lo dijiste? si se suponía no había pasado nada