¿Cómo ser una perra? Changes #1 (EN EDICIÓN)

¡Oh la la! (Especial)

—¿Estas lista Anna?

—Ya bajo —anuncie

Mi reflejo en el espejo de la habitación de mi prima ya no daba tanta lastima como el de hace tres semanas, no había salido mucho pero mi humor había mejorado, comía un poco más y me arreglaba un poco más. Tome la chaqueta sobre la cama y Salí de la habitación

—Lista

—Madre llevare a Anna al centro por unas horas, nos vemos para la cena —dijo mientras cruzábamos la pequeña sala donde mi tía y mi madre tomaban té.

—Oh me alegra tanto que al fin salgas mon petit Anna —sonrió

—Merci tía —le sonreí y me despedí con la mano

Al salir subimos al coche de Alessa que condujo hasta el centro

— ¿A que venimos aquí? —cuestione cuando bajamos del coche

—De compras

—No tengo dinero

De su bolso saco una tarjeta de crédito y la mostró sonriente

—Pero yo si

Caminamos por las calles adoquinadas hasta dar con una tienda que a simple vista podría decir era costosa...sumamente costosa

—Vamos —Alessa tomo mi muñeca y tiro de ella para entrar a la tienda

El interior era tan sofisticado y formal que con mis jeans y mi blusa me sentí completamente fuera de lugar.

—¡Alessa! —un chico moreno se acercó a nosotras —cariño hace tiempo que no te veía por aquí ¿Qué te sucedió?

—Las cuentas bancarias Renzo eso paso —besaron sus mejillas— Renzo ella es mi prima Anna esta de visitas viene de estados unidos

—Americana ¿eh? —Beso mis mejillas— los americanos son bastante... ¿Cómo decirlo? ¡Oh la la!

Reí ante su comentario. Era bastante guapo, alto de hombros anchos llevaba unos pantalones negros y una camisa fajada del mismo color, se le veía un cuerpo muy bien trabajado. Su rostro lucia como el de un maldito angel, facciones tan finas y una piel tan perfecta que quería pedirle su rutina de skincare, con una mandíbula sumamente marcada y unos ojos azules con una mirada vivaz y traviesa. Tal vez no fuera un angel después de todo. 

—Es gay —Alessa rio también

A Renzo no pareció importarle su comentario y en su lugar sonrío orgulloso

— Con el mejor gusto en cuanto ropa, zapatos, maquillaje y hombres

—Estamos aquí para olvidar a uno ¿Crees poder ayudarnos?

Su mirada paso de mi prima a mí, me tomo por los hombros y me sonrió

—Has venido al lugar correcto americana.

Después de pasar una hora completa buscando ropa al fin entre al probador con una montaña de ropa más alta que yo. Lo primero que me probé fue un vestido de rayas, justo de la cintura y suelto de la parte baja, era hermoso justo mi estilo

—¡Sal para que podamos verte Anna!

Abrí las cortinas y Salí del probador —¿Y bien?

Cesar me miro detenidamente, mientras que Alessa negaba con la cabeza

—Es demasiado aniñado

—Pero es muy lindo... —exclamé mirando mi reflejo en el espejo

—Pero parece de una niña de 5 años