La locura

La masacre

Una noche, mientras hacia tarea a mitad de la noche, escuche que una camioneta negra freno demasiado rápido y brusco frente a nuestra casa, revise por la ventana, asustada, y de esa camioneta salieron aproximadamente 14 hombres vestidos de negro, con máscaras espantosas, máscaras de payasos, caras de presidentes, cantantes etc.
Entraron a nuestra casa, yo, asustada, no supe que hacer. Me escondí en mi guarda ropa, asustada.
Los hombres no tardaron en destruir una sala, pues abrieron fuego y dispararon a todo solo para dar señal que ellos estaban aquí, me preocupe por mis hermanos, temía que algo malo les pasara.
Así que me arriesgue a salir de mi cuarto para ir al de mis hermanos, que estaba justo a lado de mi. Abrí la puerta y mis hermanos estaban en una esquina, temblaban del miedo que sentían y sus ojos estaban llenos de lagrimas.
-"Escóndanse bajo la cama, pase lo que pase, prometo que no les pasara nada." Dije.
-"¿Qué hay de papá y mamá?" Dijo mi hermano menor, con la voz temblorosa.
-"Ellos estarán bien, te lo prometo".
Los hombres abrieron fuego otra vez, mis dos hermanos se escondieron como ratas bajo la cama. Y yo, yo me escondí en su guarda ropa.
Los hombres dejaron de disparar. Sus pasos se escuchaban por nuestro pasillo, afortunadamente, no entraron al cuarto en el que yo me encontraba, pero si al de nuestros padres, los hombres abrieron fuego y rápidamente escuche los gritos de mi madre horrorizaba. Después se callo. Rogaba por lo que aun me quedaba que mis hermanos no gritaran.
Derribaron la puerta, me asuste tanto, y trataba de contener los gritos. Después de todo yo no grite, fueron mis hermanos. Ellos salieron de donde estaban y les empezaron a rogar que no les hicieran nada, estaban de rodillas rogándoles que no los mataran, uno de los hombres les dieron una patada en el estomago, no aguante mas y salí del guarda ropa, trate de defenderlos pero me golpearon con su arma, dejándome inconsciente.
Y mientras todo era oscuro escuchaba a mis hermanos gritar, sus gritos terminaron con varios balazos y de ahí todo enmudeció.
Desperté en un cuarto oscuro, lo único que iluminaba era una lámpara que estaba sobre mi. Después, varias luces iluminaron las cabezas de mis hermanos y padres. Las cuatro cabezas estaban a mi alrededor, grite del horror, quería salir de allí pero no podía, estaba atada a la silla.
Las luces que iluminaban las cabezas se fueron apagando lentamente, y una puerta se fue abriendo, mostrando una silueta masculina.
-"¿Q-quien eres?" Pregunté asustada.
Este hombre no me respondió, solo caminaba, lentamente. Tomo la cabeza de mi padre y empezó a hablar.
-"Soy tu padre, ¿que no me reconoces, cariño?"- decía en un tono muy enloquecido. -"Hace varios meses les compre droga a estos hombres para relajarme de los gritos de tus hermanos y tu madre"- decía el hombre mientras acercaba la cabeza de mi padre. -"Estos hombres decían ser mis amigos, ¡y lo eran! El problema fue que yo no les pague a tiempo ¡y ahora mírame! Estoy muerto, tu madre y tus hermanos también lo están, me alegra que estés viva, preciosa- decía el hombre mientras alejaba la cabeza -así podrás pagar lo que yo no pude- susurro, después de eso lanzó la cabeza hacia mi, esta cayo a mis piernas, comencé a gritar y trataba de desatarme de la silla. El hombre se fue de la habitación dejándome sola, asustada, perturbada y gritando.
-"Ayúdenme, por favor!"- gritaba y gritaba, hasta quedarme afónica.
La única luz que me iluminaba se apago. Y de ahí ya no supe si estaba dormida o seguía despierta.
Si esto era una pesadilla, ojalá terminara pronto.
Lamentablemente, no era una pesadilla. Era la vida real.