¿Nuevos amigos?

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Grace nos llevo a su oficina, que era grande, llena de libros y con un aspecto profesional.
Las sillas eran muy cómodas.
-Hola, Dylan y Emerald. Espero que estén disfrutando la estancia en el albergue nueva vida. Bien, para serles sincera, no he recibido a jóvenes de su edad desde hace más de un mes, y ustedes dos, son los primeros, quisiera saber, ¿qué los hizo terminar en la calle?
Dylan hablo primero.
-Escape de mi casa... En mi casa mis padres se peleaban mucho... Y por culpa de ellos... Mi hermana menor se suicido...
-¿Cuantos años tenía tu hermana?
-12 años- decía entre lágrimas.
-Lo siento mucho, Dylan. Si necesitas desahogarte, puedes venir conmigo, yo te escuchare.
Sentí un afecto inmenso por Grace, era la persona más amable que había conocido jamás.
-¿que te trajo hasta aquí, Emerald?- dijo Grace, interrumpiendo mis pensamientos.
-¿Yo? Eh... Uhm... Escape de mi casa, y por error caí de un barranco, teniendo heridas graves y así termine en el hospital...-dije algo nerviosa, pues no quería decir lo que realmente paso, me sentía incapaz.
-Ya veo, ¿por qué escapaste?
Mierda, ¿qué le digo?
-Por rebeldía.
-Tus padres deben de estar preocupados por ti, ¿no quisieras volver con ellos?
No le respondí, solo baje la mirada.
Pasamos un rato en silencio, luego Grace dijo:
-Tenemos un área para jóvenes, es mas apartado que el de los adultos. Déjenme llevarlos.- se levanto Grace de su asiento y nos guió hacia la puerta. Recorrimos varios pasillos hasta llegar al área de los jóvenes, Grace abrió la puerta y vi muchos tipos y tipas de mi edad aproximadamente. Casi todos estaban en grupos, un poco mas apartados de los otros.
-Niños y niñas, tengo a dos nuevo integrantes a la familia, por favor llévense bien.
-¡Esta bien, señorita Grace!
Grace nos puso su mano en el hombro, la quito y se fue.
Dylan se fue a recostar en una cama, yo me quede ahí.
Observaba a todos los chicos y chicas que estaban ahí, la mayoría eran hombres. Observaba su comportamiento, sus movimientos, todo. Y sin darme cuenta, ya tenía a una chica a mi lado. Me asuste.
-Oh, perdón por asustarte.
-N-no te preocupes.
La chicas lanzó una gran sonrisa mientras se iba. Me dirigí lentamente a una de las camas que estaban vacías y de ahí trate de conciliar el sueño.

La locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora